La Junta de Andalucía, desde hace años, trabaja para promover la sostenibilidad ambiental, impulsar la transición energética y combatir el cambio climático. Trata de mejorar políticas climáticas porque “hay que dar soluciones globales desde lo local”. La Ley 8/2018, de 8 de octubre, de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía ha creado el Registro del Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones, con la finalidad de recoger la información relativa a las huellas de carbono que se derivan de actividades en Andalucía. El Registro está gestionado desde la Oficina Andaluza de Cambio Climático.
El Ayuntamiento de Roquetas de Mar y el Ayuntamiento de Viator son los únicos ayuntamientos de la comunidad autónoma de Andalucía registrados en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones, inscribiendo su huella de carbono. Cabe destacar también la multinacional almeriense Cosentino, fabricante que produce y distribuye superficies para la arquitectura y el diseño, que también ha mostrado su interés en medir sus emisiones inscribiéndose en el Registro.
La huella de carbono de Andalucía
Según los últimos datos disponibles (2022), en total, hay registro de 270 huellas de carbono y 161 organizaciones con dicho registro. Durante el año, se han inscrito 109 nuevas huellas de carbono y 78 organizaciones distintas, por lo que se destaca una gran participación. Los sectores que han sido clave han sido, en primer lugar, el de la construcción, con un 20 % de huellas, seguido de las actividades profesionales, científicas y técnicas (14 %) y la industria manufacturera (13 %), demostrando un compromiso en la medición de sus emisiones de carbono.
Las emisiones totales registradas en 2022 suman 2.165.648 t CO2e. El 68 % de las emisiones totales son de alcance 3, emisiones indirectas, pero significativas por las organizaciones, dado que son producidas durante su cadena de valor. Son el sector de la construcción y el de la industria manufacturera los que suponen el 74 % de las emisiones que se han inscrito en el Registro, mientras que el sector de la Educación es el que menos contribuye a dichas emisiones.