El día de ayer en la política española estuvo marcado por una serie de eventos que culminaron en una atmósfera de incertidumbre y expectación. La jornada comenzó con la habitual sesión de control al Gobierno, donde la oposición interrogó al Ejecutivo en una semana marcada por las comisiones de mascarillas y el arranque de la campaña catalana. El Congreso de los Diputados fue el escenario de un intenso intercambio de reproches entre el Gobierno y la oposición, con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusando al presidente Pedro Sánchez de ser “indisociable” de los escándalos que sacuden al país. Sin embargo, fue la carta de Pedro Sánchez la que capturó la atención de todos. Publicada en su perfil de una red social, el presidente expresó su contemplación sobre la posibilidad de dimitir. La carta llegó tras la apertura de diligencias previas contra su esposa, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista para investigar supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. En ella, Sánchez defendió la honorabilidad de su esposa y criticó la estrategia de “acoso y derribo” que, según él, llevan meses perpetrando ciertos sectores políticos y medios de comunicación. Las reacciones no se hicieron esperar. La prensa internacional calificó el anuncio como “impactante” y una "bomba en España". La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, salió en defensa del presidente, instando a proteger la democracia y el bloque progresista. Por otro lado, partidarios y adversarios de Sánchez se concentraron frente a la sede del PSOE en la calle de Ferraz, mostrando el polarizado clima político. El país se encuentra ahora a la espera de la comparecencia de Pedro Sánchez el próximo lunes, donde se espera que comunique su decisión final sobre si continúa al frente del Gobierno o presenta su renuncia. Este período de reflexión del presidente ha abierto un abanico de posibles escenarios que mantienen en vilo tanto a la clase política como a la ciudadanía. El día de ayer fue un reflejo de la volatilidad y la intensidad de la política española, donde una sesión de control puede desembocar en una crisis de liderazgo y donde una carta puede cambiar el curso de la política estatal. ¿Qué escenarios se abren tras este amago de dimisión? Moción de Confianza ante el Congreso de los Diputados: Esta opción, regulada por el artículo 112 de la Constitución Española, sería la menos drástica. Sánchez podría plantear ante el Congreso la cuestión de confianza sobre su programa o una declaración de política general. Si obtiene la mayoría simple de los diputados, se entenderá respaldado y podría continuar su mandato2. Sin embargo, esta opción no resolvería la incertidumbre actual. Investidura tras Dimisión: En caso de que Sánchez dimita, no habría adelanto electoral. El siguiente presidente podría ser investido por el Congreso. Alternativamente, Sánchez podría comprometerse a convocar elecciones una vez que se cumpla el plazo mínimo por ley desde la última convocatoria (que fue tras las elecciones municipales y autonómicas en mayo del año pasado). Elecciones Anticipadas: Si Sánchez decide renunciar, se podría convocar un proceso electoral anticipado. Esto dependería de su voluntad y de las circunstancias políticas en ese momento. El Impacto en la Campaña Catalana La campaña para las elecciones catalanas del 12 de mayo arranca sin la presencia de Sánchez, quien había previsto acompañar al candidato socialista Salvador Illa en Sabadell (Barcelona)1. La incertidumbre sobre su continuidad añade tensión a un proceso electoral crucial. El amago de dimisión de Pedro Sánchez ha trastocado el funcionamiento ordinario de los principales actores políticos de España. La decisión que tome en los próximos días tendrá un impacto significativo en el panorama político nacional y en las elecciones venideras. La ciudadanía espera con expectación su comparecencia pública el próximo lunes, 29 de abril.