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Epístola a los fachoesfericienses
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(Foto: malasombra)

Epístola a los fachoesfericienses

Por Antonio Felipe Rubio
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afelipeafelipecom/7/7/15
jueves 25 de abril de 2024, 11:11h

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Todos estamos entretenidos en la exegesis de la carta de cuatro folios y el cálculo de las infinitas capacidades para la manipulación y la mentira, así como los distintos escenarios para una convocatoria electoral, una moción de confianza o cualquier otra salida de pata de banco.

Los cinco días de retiro valorativo, reflexivo y emotivo es un plazo calculado como suficiente para la catarsis diseñada: adhesiones inquebrantables; miedo insuperable a perder prebendas y sinecuras; interrupción de una descomunal baraka; y lo más protervo, la instilación de nuevas dosis de rechazo, odio y confrontación al identificar como autores de un abyecto ataque hacia la persona que ama el amado líder.

La actitud de Sánchez pretende -exige- un auto de fe de los jueces que osan aplicar la ley cuando de un cuasi dios se trata. No es razonable que su inmensa magnanimidad, capaz de otorgar el perdón con el manto de la amnistía a la peor fauna política, Pedro Sánchez se vea recompensado con esta inasumible afrenta hacia su familia y su egregia figura. El amado líder exige un Te Deum de la sociedad civil; especialmente de una judicatura con indómitos escarceos de igualdad ante la ley. Pero, ¡esto qué es! A ver si ahora la justicia va a ser igual para la “primera dama” que para una votante de la extrema derecha. ¡Hasta aquí hemos llegado! Por eso, es necesario movilizarse, proteger al líder de las insidias, arremeter contra los inquisidores y, si es necesario, rodear y amedrentar todo lo que sea circunnavegable (sedes, togas, medios de comunicación…).

Lo que vaya a hacer Sánchez el lunes es más que previsible. Lo más preocupante es lo que comenzará a hacer el martes.

Este comportamiento era esperable. Ya lo comenté en la campaña de las anteriores elecciones cuando preví a Sánchez envolviéndose en la Bandera de España como un caudillo, un estadista, un ejemplo, un héroe… a caballo cargando contra las miserias, las veleidades y la amenaza de ruptura patria, y con el sacrificio y el martirologio si fuese menester. En Sánchez, esta ficción se ha consumado. Ya le están pidiendo que se desclave de la cruz y arremeta contra estos nuevos “judíos” (cómo se repite, con matices, la misma historia) que le crucifican, también, entre incontables ladrones.

No lo duden, esta escenificación de victimismo calculado tendrá consecuencias. El lunes, Sánchez aparecerá abrumado por el torrente de apoyos. Aplacará el plañir de un pueblo desconsolado y solidario con el dolor de tanta injusticia. Y lo que pretendía con ardor: redoblar la insidia, la confrontación, el odio… y ya veremos, contra la derecha, la extrema derecha, los jueces, los medios de comunicación y los agitadores sociales que delinquen con sólo pensar, y no te digo con opinar.

No es tan importante lo que diga o haga Sánchez, pues como escribió en su Epístola a los Fachoesfericienses, “nunca he tenido apego al cargo”; afirmación que, por ser una constante en su discurso, es rotundamente falsa. Es el único dirigente que ha hecho lo posible, lo imposible y lo más repugnante para permanecer en el cargo. Lo importante podría llegar el martes, con impensables medidas a adoptar en una democracia occidental y un Estado de derecho de cierta consolidación. Posiblemente, veremos en peligro ciertas libertades democráticas; especialmente, la libertad de expresión. No sé hasta dónde llegarán con las “ilegalizaciones” de ciertos llamados sindicatos de la extrema derecha, partidos políticos de la misma “fachosfera”, fachas de la caverna mediática, y díscolos y puñeteros jueces contrasistema sanchista.

No se pueden imaginar lo que me gustaría ejercer una extensa palinodia (retractación pública) de todo lo anteriormente escrito. Esto supondría que Sánchez se va… pero con qué condiciones y en qué circunstancias dejaría el escenario. En fin. Eso está por ver. Y, con Sánchez, cosas veredes.

Antonio Felipe Rubio

Periodista
Dirige La Tertulia en Interalmería TV