Este fin de semana, Andalucía ha sido escenario de manifestaciones por parte de diversas organizaciones políticas y sindicales. El motivo: la defensa de los servicios públicos. Lo llamativo de estas protestas es que se han producido en pleno proceso electoral de las europeas, bajo un gobierno del Partido Popular en Andalucía.
Sin embargo, lo que resulta aún más sorprendente es que los partidos que se manifiestan son los mismos que sostienen al gobierno central de Pedro Sánchez y del Partido Socialista y de SUMAR. Estos partidos permiten una infrafinanciación de Andalucía de nada más y nada menos que 1.500 millones de euros al año.
El problema de la financiación autonómica no es nuevo y se viene arrastrando desde hace mucho tiempo. Pero es complicado sostener que hay que invertir más en servicios públicos en Andalucía y al mismo tiempo aceptar que recibamos al año 1.500 millones de euros menos de los que nos correspondería. Si echamos cuentas, sólo desde que Pedro Sánchez llegó al gobierno, estamos hablando de casi 8.000 millones de euros.
Es cierto que este problema no es exclusivo de Andalucía. El presidente Juan Manuel Moreno logró que el entonces presidente socialista de Valencia, Chimo Puig, también apoyara la creación de un fondo de compensación mientras se decidía el nuevo sistema de financiación. Es decir, este timo afecta también a la comunidad valenciana, entre otras.
La crítica de la izquierda al gobierno de Juanma Moreno por bajar los impuestos al tiempo que pide más fondos, es inaceptable. Lo que no puede ser es que los andaluces cubramos con nuestros impuestos la falta de recursos que no nos proporciona el Estado.
Pero la sumisión de los partidos con sucursal en Andalucía no puede sorprendernos, porque siempre anteponen los intereses partidistas en la estrategia estatal.
En esta manifestación participó la coalición andalucista Ahora Andalucía, que se presenta a las elecciones europeas. Aunque su presencia en ella tiene sentido, parecería lógico que su actitud ante esta manifestación fuera el gritar que España, al menos esta España de Pedro Sánchez, nos roba. Esta fue la misma actitud que adoptó Artur Mas, cuando siendo presidente de Cataluña, se encontró con problemas de financiación para los servicios públicos en plena crisis.
El argumento de Artur Más que tan bien le funcionó, era que si España no nos da el dinero que necesitamos para nuestros servicios públicos, entonces España nos roba; y si España nos roba, deberíamos irnos de España. Esta es la lógica que ha intensificado el independentismo en Cataluña, aderezado con la cuestión identitaria, pero siempre la identidad secundaria respecto a lo económico.
En Andalucía no habrá actitudes independentistas, pero sí que se echa de menos que incluso en el andalucismo no se reclame a Madrid, al gobierno socialista de Pedro Sánchez y de SUMAR, que nos dé lo que por ley y legítimamente nos corresponde.
Una vez más, parece que en el andalucismo se prioriza más la idea de "ser de izquierdas" que la defensa real de los intereses de Andalucía. Ahora Andalucía debería tener su propio discurso, que no tendría que ser otro que una financiación justa para nuestra tierra, una financiación que no nos castigue en beneficio de otros, es decir, romper el eje derecha/izquierda, y sustituirlo por el de bueno/malo para Andalucía. Y había que hacerse la foto, claro.