Igual que un policía debe estar atento tanto a lo que dice el detenido, como a lo que calla, o un juez a lo relata el reo, pero también a lo que elude, con los políticos la ciudadanía debe hacer lo mismo, y en el presente caso nos lleva a concluir, que debemos decir adiós al mítico 2026 com fecha para el tren de Alta Velocidad.
En el vasto y siempre intrigante mundo de la política, uno podría pensar que el discurso y las promesas de los líderes son como el guion de una obra de teatro: bien ensayado, cuidadosamente escrito y lleno de mensajes explícitos. Sin embargo, si miramos más de cerca, nos damos cuenta de que a veces el verdadero mensaje se esconde en lo que no se dice, en los silencios, en los huecos de la narrativa. Es como si estuviéramos ante un thriller donde lo más importante es prestar atención a lo que el protagonista no revela.
Tomemos como ejemplo la reciente visita del ministro de Movilidad Sostenible, Óscar Puente, a la provincia de Almería. Esta visita, anunciada como institucional, se enmarcaba en una inspección de las obras del AVE en Viator. Sin embargo, a nadie se le escapa que el verdadero propósito de la visita era participar en un acto electoral del PSOE con motivo de las elecciones europeas del 9 de junio. En medio de los discursos y las promesas, hubo un detalle que brilló por su ausencia, un silencio ensordecedor que nos invita a ponernos el sombrero de detective y sacar nuestras propias conclusiones.
La ausencia más notable en el discurso del ministro y de sus compañeros de partido fue la mención del año 2026, una fecha que ha sido presentada casi como emblemática para la finalización de las obras del AVE en Almería. Es curioso, por no decir sospechoso, que en una visita de tal magnitud, en plena campaña electoral, ni Óscar Puente, ni Adriana Valverde, Juan Antonio Lorenzo o Juan Espadas, mencionaran esta fecha en sus intervenciones... mencionaron el AVE, que lo traería el ministro (no aclararon sin conduciendo o empujando), pero no cuando. Es como si el 2026 se hubiera convertido en el Voldemort de los años: aquel que no debe ser nombrado.
¿Qué nos dice este silencio? Pues bien, siguiendo el ejemplo mencionado del buen policía que interroga a un detenido, debemos fijarnos en lo que no se dice tanto como en lo que se dice. Y lo que no se dijo aquí es significativo. La omisión del 2026 sugiere que tal vez esa fecha ya no es tan segura como antes. De hecho, según informaciones publicadas recientemente en noticiasdealmeria.com, cuando se le preguntó al Ministerio sobre la fecha en que los almerienses podrán subir al tren, la respuesta fue vaga: trabajan con la posibilidad de acabar las obras de la plataforma a finales de 2026, pero eso no significa que los trenes estarán operativos en esa fecha.
Es cierto que las obras del AVE están en marcha y que se están haciendo progresos, y eso es algo positivo, porque hemos visto épocas de túneles tapiados, obras paradas, presupuestos ejecutado a su mínima expresión... Pero también es cierto que las fechas de finalización son cruciales para los planes y expectativas de la provincia. Por lo tanto, la falta de una referencia clara sobre el 2026 debería encender nuestras alarmas y llevarnos a exigir más transparencia y compromiso.
La política es un juego de palabras y silencios, promesas y omisiones. Como buenos observadores, debemos prestar atención a cada detalle, a cada matiz, para comprender realmente lo que está en juego. Porque en este juego del silencio, lo que no se dice puede ser tan revelador como lo que se proclama a viva voz.