¡Bienvenidos, damas y caballeros, al gran espectáculo del Tribunal Constitucional! Aquí, donde la realidad se distorsiona y la justicia se convierte en un acto de ilusionismo político. Donde 19 jueces que han visto el asunto antes que ellos son relegados a meros espectadores de este gran truco... ni Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ni Tribunal Supremo... ¡si es constitucional amnistiar a Puigdemont, cómo no va a ser constitucional sacar de prisión a los tuyos! ¡hasta ahí podíamos llegar!
Hoy, nuestros ilusionistas nos presentan su último acto: la exculpación de todos los dirigentes socialistas de la Junta de Andalucía condenados por el fraude de los ERE. Un acto que deja a los espectadores con la misma cara de asombro que ante los trucos del gran Anthony Blake.
Recordemos a Blake, ese mago que solía concluir sus trucos con la frase: “No debéis creer todo lo que habéis visto, porque es fruto de vuestra imaginación”. Y vaya si lo es. Resulta que es fruto de nuestra imaginación que los gobiernos socialistas de Manuel Chaves y José Antonio Griñán idearon y ejecutaron una ingeniería jurídica y administrativa para repartir fondos públicos entre empresarios afines. Que parte de ese dinero acabó en prostíbulos y en cocaína… Todo eso, señoras y señores, es fruto de nuestra imaginación, y el dinero hurtado a los parados y su formación, tampoco existió.
Así que despidámonos de poder recuperar ese dinero que ha volado, no sabemos dónde, ni por qué… pero que volar, voló. ¿O tal vez es que ni siquiera existió? Al fin y al cabo, estamos en el reino de la ilusión, donde la realidad se desvanece y la justicia es un truco de magia.
Pero recordemos, Blake cayó en el olvido cuando aceptó el reto de adivinar el número de la lotería que iba a salir premiado, y falló. ¿Será este el destino de nuestros ilusionistas del Tribunal Constitucional? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, disfrutemos del espectáculo, porque, al fin y al cabo, “no debemos creer todo lo que vemos”.
Repita conmigo: "el fraude de los ERE no existió, el de la Formación, tampoco"... y así, hasta que se lo crea.