¡Qué bonito, María! Se ve precioso el paseo. El colorido, los árboles, los bancos, las placitas. El video me ha encantado, te lo reconozco. Las fotos quedan muy bien. La gente paseando ¡qué maravilla! Los árboles dando sombra a los ciudadanos, los niños jugando con sus aros, el trompo, las niñas a la rayuela, todos al escondite. Lo de la sala de estar me ha gustado, no tengo más remedio que decírtelo. No se me había ocurrido que el paseo de la ciudad, el “tontodromo” de mis años jóvenes como se le llamaba entonces, se podía convertir en la sala de estar de nuestras casas. Súbele el sueldo al asesor, se lo ha merecido el hombre, o la mujer. Los viejos sentados en esos cientos de bancos que van a ser ubicados. Las cámaras vigilando que no le pase nada a los críos que juegan y que los viejos sean felices, sabiéndose seguros entre flores de María.
Lo dicho más arriba: ¡Precioso, María! La presentación te ha quedado de primera, y según los datos que nos has dado con el apoyo de más de sesenta y cinco por ciento de los ciudadanos y el cincuenta cinco de los jefes de la hostelería del centro. Sobre este tema me gustaría aportar algo, si me deja su señoría, claro. No sería mejor que una vez terminados los trabajos de reforma se les preguntara a los ciudadanos: ¿Qué, están contentos de cómo ha quedado el paseo? Hacerlo antes, sobre una hipotética reforma, sin saber claramente lo que se va hacer, sin conocer incluso el video presentado, le hemos conocido después de la encuesta, y que resulta tan bonito y colorido, ¿no deja de ser una manera de engañarse uno mismo? No es ser, como un Tezanos cualquiera. Un comportamiento algo más serio a la hora de hacer las encuestas no nos vendría mal a todos, a ustedes, los políticos, y a ese trabajo que dicen hacer por el bien de los ciudadanos.
En cuanto a la peatonalización, o “casi”, del paseo que nos presentaba, tiene sus aristas, pequeñas si usted quiere, doña María. Si se ha fijado en la calle Larios, allí el “casi” no existe. La tranquilidad y la felicidad que se quiere vender al ciudadano, con sus placitas, sus bancos, los niños jugando y los viejos disfrutando, se va a ver empañada cuando tenga que pasar un taxi, un autobús o un servicio obligatorio a su misma altura. Se pierde algo de seguridad, pienso, pero lo mismo estoy equivocado, no puedo creer que lo estén ustedes. En las explicaciones dadas me han dejado una cuestión sin aclarar: ¿Habrá semáforos? Es de imaginar que no, si como se nos ha indicado el paseo estará a una misma altura, por lo que no hay que cruzar de acera. Y si no hay semáforos, los taxis, los autobuses y los vehículos de los obligados servicios a cubrir no van a tener control alguno a la hora de circular por la vía principal de la ciudad. ¿O sí?
¿Me permite señora alcaldesa un par de preguntas? Gracias. ¿Se pueden dejar solos a los niños para que jueguen en el paseo? ¿Estarán seguros? ¿El pasear de nuestros mayores les presentará algún problema con la presencia de esa “casi” peatonalización?