Según el ministro despeinado de justicia, se está persiguiendo despiadadamente a Pedro Sánchez y a su familia. Y todo por que el juez Peinado lo llama como testigo para que a través de él nos cuente a todos los españoles lo que no ha querido decir en sede parlamentaria cada vez que desde la oposición le han preguntado por la actuación de su esposa, Begoña Gómez. ¿Cada vez que un juez llame a declarar a un político como testigo van a decir que es una persecución despiadada? Habrá que acabar con todos los jueces, por perseguidores de los pobres políticos.
Lo cierto es que el presidente Sánchez no se lo esperaba, tampoco Bolaños, el niño despeinado del gobierno, y se ha puesto como una culebra. Sapos contra el juez desde todos los sectores del sanchismo, y alguna media sonrisa desde ese sector del Psoe (callado) que espera la caída de Pedro para levantar desde las cenizas lo que queda, y se pueda salvar, a ser posible, lo que quede del partido.
Cómo que un juez se ha atrevido a llamarte a ti, Pedro, presidente de gobierno, a tener que declarar ante la justicia. ¿Quién se cree este juez que es? Eso. ¿Ha llamado a Pumpido? ¿No le ha dicho nada? ¿No se estará cambiando la rebeca? Este Pumpido. ¿Al jefe de los fiscales? ¿Qué dice el fiscal que puso a dedo para que defendiera todo lo que le pueda pasar a usted y a su familia en el futuro?
Lo siento por usted, señor presidente, creo que no ha sido lo suficiente raudo y veloz a la hora de tener a la justicia de rodillas, esa que anda queriendo controlar, que casi la tiene comiendo en el pesebre de su mano, aunque todo indica que a algún juez no se ha acobardado lo suficiente, no lo habéis humillado lo necesario, son flojos tus ministros, ni siquiera Puente ha salido con una defensa fuerte, contundente, escatológica, y ahí sigue, de pie, intentando que se haga justicia en este país, cuestión esta que, con algunas de las medidas tomadas por su gobierno, se habían visto en cuestión, y mira por dónde, ha decidido llamarle a declarar. Bueno, va ir a él mismo a Moncloa, para que usted no se canse, no haga el paseíllo por la plaza de Castilla.
Supongo que no está preocupado. ¿Quién va a poder con usted? Qué puede hacer un triste juez de Madrid, cuando usted tiene a siete magistrados del constitucional de su parte, dispuestos a cambiar, revisar e interpretar las leyes para que sobre su excelsa figura política y humana no caiga dolor alguno. Pero si algo de ese prestigio político que se empieza a tambalear en Europa y en el resto del mundo.
El problema es la vergüenza que cada día sienten los españoles cuando ven el camino que le está haciendo andar a la justicia, a las instituciones y a su partido político. Qué deben pensar aquellos que recuerdan sus palabras de hace siete años, cuando fue llamado a declarar el más inútil de los presidente que ha tenido este país, Rajoy. ¿Las recuerda? Decía, y no le faltaba razón, que era una vergüenza para los ciudadanos de este país que el presidente fuera llamado a declarar por corrupción de su partido, que lo que tenía que hacer era presentar su dimisión.
¿Y usted, qué piensas hacer? ¿Se va a unir al club de los presidentes que son llamados a declarar por corrupción y no dimiten? ¿Dónde se quedan aquellas palabras suyas? ¿Dónde la vergüenza de la que acusaba a Rajoy? A él se le pedían explicaciones por corrupción en su partido, a usted por la presunta corrupción de Begoña, la persona con la comparte cama y sábanas blancas.
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