No habíamos tenido bastante durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2024 en París que incluyó escenas de escarnio y burla del cristianismo, que deploramos profundamente, faltaba lo acontecido con la boxeadora italiana Angela Carini.
Antes de adentrarme en el hecho causante de este artículo, hace algunos años, tuve ocasión de leer un libro cuyas reflexiones me han servido para testimoniar las siguientes consideraciones. Me refiero al ensayo narrativo sobre “Las reglas de juego del fútbol en 1.812 preguntas y respuestas” escrito con excelente didáctica y metodología por el Catedrático de Educación Física José Jesús Velázquez Carrillo y su hermano, el Coronel del Arma de Ingenieros, Francisco Velázquez Carrillo, que fue Jefe de la Subdirección General de Formación de Militares Profesionales de Tropa y dirigió la USBA en la Base militar “Álvarez de Sotomayor” en Viator, Almería.
Pues a la vista del mismo, vuelvo al hecho que me hace realizar las siguientes introspecciones amanuenses. Angela Carini, una deportista olímpica que ha entrenado durante años de sudor, lágrimas y renunciar a muchas otras cosas para ser la mejor del mundo
Y llega el día de la competición, su sueño, y se tiene que enfrentar a una mujer que es un hombre de complexión física muy superior que acaba contigo en menos de un minuto.
Angela Carini tuvo que enfrentarse a Imane Khelif, que se “identifica” como mujer pero genéticamente es un hombre al tener cromosomas XY. Carini quedó destrozada y llorando en el ring tras recibir dos fuertes puñetazos de su oponente. Menuda impotencia tuvo que sentir y sentirá cada vez que recuerde este luctuoso hecho.
Años de esfuerzo de Angela Carini para nada. Todo el trabajo tirado por tierra y únicamente por un motivo: porque se está permitiendo que hombres compitan contra mujeres en los Juegos Olímpicos de París. ¡Es una auténtica barbaridad!
Hay que tener en cuenta que a Imane Khelif se le descalificó de los campeonatos del mundo de boxeo de 2023 tras detectarse que tenía cromosomas XY y que, por tanto, no se le podía considerar mujer. Algunos dicen que es trans y otros que no, pero lo que parece claro es que genéticamente es un hombre.
Sin embargo, el COI solo se fija en el sexo que pone en el pasaporte y permite que participe en los Juegos Olímpicos y que se enfrente a mujeres en un combate desigual diciendo que “toda persona tiene derecho a practicar el deporte sin discriminación” y de hecho hay más casos.
Es decir, en aras de la “no discriminación” van a borrar a las mujeres del deporte, pues está claro que no es justo que tengan que enfrentarse a sujetos con genes masculinos, mayor testosterona y mayor complexión física. En fin, un poco de sentido común en el deporte antes de que sea demasiado tarde y una deportista acabe muerta ante los golpes de una oponente muy superior.