No tenía mejor fecha el ayuntamiento para subir el costo del agua a los vecinos que hacerlo convocando un pleno durante la feria. Ahora que está despistados, se dirían, que andan con los niños en la calle del infierno, que se dan una vuelta por la caseta popular, o que la alcaldesa les invita a comer en el almacén en que han convertido la misma, vamos los del Pp y les subimos el agua un 36 por ciento. No un cinco, o un diez, no, un 36%, y al que no le gusta que vaya a reclamar al que le saca los problemas a Pedro: Conde-Pumpido.
Lo mismo sería la solución, señora Valverde, doña Adriana, ya que Pumpido hace lo que le pide Sánchez, pídale que haga inconstitucional la subida del agua de María Vázquez a los almerienses. Seguro que los siete linces que tiene el Psoe en el Tc encuentran la fórmula para anular la subida del agua, como la encontraron para los que se dedicaron al polvo blanco, las frutas frescas, las copas largas y hasta para asar vacas en Andalucía.
Ah, nos dirá la señora alcaldesa, pero es que lo que van a beber los capitalinos a partir de ahora, lo que llegará a sus grifos es agua desalada, y, además, lo hará con orgullo, poniéndose la medalla de que la ciudad de Almería, su ciudad, va a surtir a las cañerías de los hogares almerienses con la mejor agua del mundo: Desalada. Y claro, esa agua es más cara, oiga. Hay que tenerlo en cuenta, pero tiene sus ventajas, no crean: Los garbanzos saldrán más tiernos, las lentejas ni te digo. Y las duchas, a partir de ahora, con la desalada sobre la piel de los ciudadanos van a agradecer un ahorro que no esperaban. Y es que van a necesitar menos Tulipán Negro a la hora de sus enjuagues diarios en el cuarto de baño, lo que va a proporcionar a las familias un importante ahorro en el gasto de gel y champú. No sé lo que pensará Carlos Briseis de la medida. Pero el que no se consuela es porque no quiere, ¿verdad, María?
Según las cuentas que he leído en otros medios, estamos ante una subida de unos cincuenta céntimos al día. ¿No estarán haciendo los de la oposición un mar de una gota de agua? Y si encima a las familias más vulnerables se las va a seguir protegiendo con precios y cantidades más asequibles, va a resultar que será la clase media, la que siempre paga el pato de la clase política, y los más ricos de la ciudad, los que votan al Pp, los que sufran y paguen la subida del agua.
Sabes María lo más sorprendente del incremento, lo que menos le gusta al personal, lo feo de la medida, que lo hagas casi con nocturnidad, alevosía no, venía anunciado desde hace tiempo, esa mañana muchos de los paganos estaban en casa, felices y dormidos tras la feria de la noche, y que sea en medio de la semana más importante de la ciudad cuando te aproveches para una subida del 36 por ciento, les ha cortado el dulce sueño de Morfeo. Claro que, para el sueldo de un político o concejal, rondando los más de tres mil euros al mes, ¿qué son cincuenta céntimos diarios? ¿Verdad, María?