Unas décadas después, con las desaladoras funcionando en España al quince por ciento, no me pregunten por qué, háganlo a los responsables políticos del gobierno y de Acuamed, nos anuncia el gobierno de Madrid la construcción de una nueva desaladora en el levante almeriense. La cuarta. Primera páginas en la prensa (en esos días estábamos en campaña electoral), portadas en las redes por la misma razón y comentarios laudatorios, es de imaginar que bien dirigidos por las mismas fuentes.
¿Se han preguntado ustedes cuánto de nuestro dinero nos hemos gastado los españoles en desaladoras, para que estén funcionando al quince o dieciséis por ciento de su capacidad? Lo que tienen que soportar los bolsillos de los contribuyentes. ¿Y qué dicen los ecologistas de la salmuera? No se les oye.
De las tres existentes en nuestra provincia no sabemos las que vienen funcionando y en qué tanto por ciento, pero que no se achante nadie, aquí está la cuarta, y si hace falta, la quinta la presentamos en días. ¿Sólo la quinta? Bajo ningún concepto caballero, si Almería necesita agua, todas las desaladoras que hagan falta va a construir el gobierno de España.
¡Quién dijo miedo teniendo a Pedro en el gobierno! Aunque ahora el hombre parece que va algo asustado últimamente. La historia del cupo catalán no le ha ido bien. Tiene que cortar algunas cabezas en su partido, y se dispone a ello en el congreso dentro de unos meses.
El costo de la nueva desaladora será de cien millones de euros, y la Junta tiene que decidir el terreno donde se va a construir la misma, se dijo en su día. Desde que apareció por esta tierra don Cristina Narbona (la señora no dejó un gran recuerdo entre los almerienses), pasaron unos cuantos años antes de que una desaladora nos ofreciera agua para regar o beber a los almerienses. ¿Cuántos años tienen que pasar para que esta cuarta anunciada y prometida entre en funcionamiento?
Y mientras ¿qué hacen los regantes? ¿Salir en rogativas con sus santos a los campos a ver si los Ángeles deciden miccionar sobre las tierras secas de Almería? Con los de Níjar y Antonio López, la diputación y Javier Aureliano han llegado a un acuerdo. Me ha gustado el mismo. A los de Níjar les da agua la de Carboneras, el que la recibía de esta la cogerá de Cuevas, la que sale de Cuevas será la dará Acuamed, la de Acuamed la cogerán de las micciones de los ángeles, a los ángeles les han recetado “furosemida”, para que orinen más cantidad y creo que de mejor calidad.
Como pueden ver todo tiene solución en la vida, menos la muerte. La lucha de nuestros agricultores contra la política hídrica de los dirigentes es dura. Pero tiene cierta gracia que los regantes de Níjar se quisieran movilizar hoy (la han desconvocado) contra la Junta del Pp y no contra el gobierno central que era el que nos ofrecía hace un año la cuarta desaladora y que derogó un Plan Nacional de Agua. Claro que Rajoy, qué tiempo perdido el suyo, durante siete años ni se le ocurrió hablar del agua para los riegos de nuestra provincia.
Los gobierno centrales han venido machacando a los agricultores desde hace años, se han olvidado de ellos durante lustros, han rasgado en tantas ocasiones las vestiduras de sus propios compañeros, pero siempre hubo un Antonio en el levante, o un Manuel en el poniente para intentar secarles la cara de la vergüenza.
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