Hoy quiero contarles algo curioso y, por qué no decirlo, un tanto nostálgico, y que como periodista me ha resultado muy interesante. La editorial Sevilla Press ha lanzado una segunda edición del libro *Paquirri, en primera persona: 40 aniversario de la muerte del torero*, justo a tiempo para conmemorar los 40 años del fallecimiento de Francisco Rivera "Paquirri". Vale, soy sincera, los toros no son lo mío. Pero, ¿saben qué me ha dejado flipando? El dato de que la edición más vendida en la historia de El País fue la que narraba la muerte de este torero. Así es ¡eran otros tiempos!
Resulta que Paquirri no solo era un ídolo en las plazas de toros, sino también una figura mediática de primer nivel en los años 70 y 80 en España. Este libro, escrito por Alfredo Sánchez, es el primer texto dedicado a él en los últimos 35 años, y vaya si está cargado de historias jugosas y momentos íntimos. Desde sus humildes comienzos en una choza en Zahara de los Atunes, hasta sus triunfos en el ruedo y su polémica herencia, Sánchez no se deja nada en el tintero.
Por ejemplo, el libro incluye más de 150 fotos, muchas de ellas inéditas. Vamos, que es casi como un álbum familiar. Además, se nos cuentan anécdotas como la del día en que un toro le dio una cornada en su primera corrida como matador en Barcelona, y la trágica tarde en Pozoblanco que le costó la vida.
Pero volviendo al tema de El País, me parece fascinante cómo una noticia puede marcar tanto a un país. La edición dedicada a Paquirri vendió más ejemplares que cualquier otra hasta la Guerra del Golfo. ¡Y eso es mucho decir! Claro, los tiempos han cambiado. Hoy en día, estamos más acostumbrados a los titulares sobre tecnología, cambios climáticos y pandemias, pero en aquel entonces, un torero podía paralizar al país entero.
Así que, aunque no sea una apasionada de los toros, no puedo evitar sentir una mezcla de respeto y curiosidad por esos días pasados. Tal vez, esta segunda edición del libro sobre Paquirri nos recuerde lo que una vez fue una parte fundamental de nuestra cultura y nos haga reflexionar sobre cómo han cambiado nuestras prioridades y aficiones.
En fin, si sois de los que disfrutan con una buena historia repleta de drama, fotos antiguas y un toque de nostalgia, este libro puede ser vuestro próximo compañero de sofá. Yo, por mi parte, seguiré buscando temas que me apasionen y se lo contaré con el mismo entusiasmo de siempre... aunque no venda tantos ejemplares.
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