En una sesión ordinaria del Pleno del Ayuntamiento de Almería celebrada este miércoles, se ha aprobado la Cuenta General Municipal correspondiente al año 2023. Este informe financiero ha generado un intenso debate entre el equipo de gobierno y la oposición, destacando las repercusiones que estas cuentas tienen para los ciudadanos almerienses.
La concejala de Economía, Vanesa Lara, ha defendido con firmeza la salud financiera del consistorio, subrayando que "las cuentas municipales gozan de muy buena salud". Durante su intervención, Lara destacó cifras significativas: el remanente líquido en tesorería asciende a 45.900.000 euros y la capacidad de financiación se sitúa en 1.800.000 euros. Además, mencionó que la deuda financiera representa solo el 45% de los ingresos corrientes liquidados en el ejercicio, muy por debajo del límite legal establecido del 110%. El periodo medio de pago a proveedores también se encuentra en un nivel favorable, con un promedio de 16,96 días, considerablemente inferior al máximo legal de 30 días.
Sin embargo, esta visión optimista fue rápidamente cuestionada por la oposición socialista. La concejala Carmen Aguilar ironizó sobre la supuesta "salud" de las cuentas municipales y señaló que "la respuesta que le han dado los almerienses es subida del IBI, subida del agua, subida de la contribución". Aguilar criticó además lo que considera una alta inversión del ayuntamiento en servicios básicos como agua, jardines y limpieza. Según sus cálculos, el coste total para los ciudadanos en obras y servicios asciende a aproximadamente tres millones de euros mensuales.
La concejala Lara respondió a estas críticas argumentando que el aumento en los costes de los servicios básicos es consecuencia directa del incremento generalizado en los precios debido a la inflación. "¿Qué pretende usted, señor Aguilar? Si España ha sufrido el incremento en la tasa de inflación más elevada de toda Europa", afirmó Lara. Detalló que la inflación acumulada fue del 6,5% en 2021, 6,1% en 2022 y un 3,5% en 2023, sumando un total del 16,1%.
Finalmente, cabe destacar que la Cuenta General Municipal fue aprobada con un resultado de quince votos a favor, cuatro abstenciones y siete votos en contra. Esta decisión refleja no solo las estrategias financieras del Ayuntamiento sino también las tensiones políticas existentes sobre cómo gestionar los recursos públicos ante un contexto económico desafiante.
Los ciudadanos almerienses están llamados a reflexionar sobre cómo estas decisiones impactan directamente en su vida diaria y en el coste de los servicios esenciales que utilizan cada día. La discusión sobre la sostenibilidad económica del Ayuntamiento y su capacidad para responder a las necesidades ciudadanas sigue abierta y será sin duda un tema central en el debate político local durante los próximos meses.