En un caso que ha conmocionado a la localidad de El Ejido, en la provincia de Almería, un jurado popular ha declarado este miércoles culpable a Diego L.F. del delito de homicidio por el asesinato de un amigo en julio de 2022. Los hechos ocurrieron en la vivienda del fallecido, donde el acusado presuntamente le asestó varias puñaladas.
El veredicto del jurado establece que Diego L.F. se presentó en el domicilio del perjudicado durante la madrugada del 12 al 13 de julio de 2022. Esta afirmación fue corroborada tanto por el propio acusado como por las pruebas encontradas en el lugar del crimen. Sin embargo, los miembros del jurado no consideran que existiera un forcejeo entre ambos, ya que los forenses confirmaron que el cadáver no mostraba signos de lucha.
Según las pruebas presentadas, Diego L.F. utilizó un cuchillo de 10 centímetros para propinar tres puñaladas a su amigo: dos en la zona escapular y una más en la cabeza. Tras cometer el acto violento, el acusado abandonó la vivienda sin ofrecer ninguna opción a asistencia médica para la víctima, quien además estaba incomunicado debido a que su pareja se encontraba en Marruecos en ese momento.
Los jurados concluyeron que las heridas infligidas fueron letales y se realizaron en áreas vitales, lo que indica una clara intención de acabar con la vida del fallecido. Las lesiones alcanzaron órganos críticos como el pulmón y una herida tan grave que dejó el cuchillo clavado en un oído hasta asomar solo el mango. Este hecho provocó un "dolor de gran intensidad" a la víctima antes de perder el conocimiento y caer al suelo.
Además, las investigaciones revelaron que Diego L.F. no solo estuvo presente esa noche en el domicilio, sino que también se le localizó en las inmediaciones durante el día siguiente gracias al análisis de las antenas telefónicas. También se encontró una colilla con su ADN dentro de la vivienda del fallecido.
Por otro lado, ante la falta de evidencia sólida o testigos que apoyaran su versión, los jurados desestimaron la posibilidad de que Diego L.F. estuviera bajo los efectos de sustancias tóxicas durante los hechos y rechazaron la afirmación del acusado sobre un intento por parte de la víctima de clavarle el cuchillo.
Aunque inicialmente enfrentaba cargos por robo con violencia junto al homicidio, el jurado declaró a Diego L.F. no culpable de esta acusación secundaria. A pesar de admitir que había tomado posesión del teléfono móvil y las llaves del fallecido, consideraron que esto ocurrió por confusión y no con ánimo de enriquecerse.
Al concluir la lectura del veredicto, la Fiscalía solicitó una pena total de 13 años de prisión por homicidio y una indemnización económica ascendente a 123.852,45 euros para la pareja del fallecido. Por su parte, el abogado defensor pidió que se imponga una pena acorde con lo establecido por derecho.