Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras han llevado a cabo una movilización frente a la sede de Asempal, la patronal almeriense, para reclamar una negociación que lleva estancada nueve meses. El objetivo principal es reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, una medida que consideran fundamental para mejorar la calidad de vida de los trabajadores en la provincia.
Durante esta acción, los representantes sindicales han destacado que Almería ocupa el segundo lugar en España en cuanto a horas extras no remuneradas. Carmen Vidal, representante de UGT, ha señalado que "250.000 trabajadores se verían afectados en relación a esa mejora de las 37,5 horas", enfatizando que este cambio es urgente y necesario. Según Vidal, "somos de los últimos países que después de 40 años no se haya tocado ni se haya modificado" la legislación laboral vigente.
Los sindicatos también han criticado el abuso del sistema actual, donde más del 60% de las horas extraordinarias trabajadas en Almería no son remuneradas ni cotizadas por parte de los empresarios. Antonio Valdivieso, otro portavoz sindical, ha manifestado que "es una dicotomía el que no quieran reducir la jornada y sin embargo estén abusando de la jornada y de las horas extraordinarias". Esta situación pone en evidencia un problema estructural en el mercado laboral almeriense.
El Gobierno estatal ha ofrecido apoyo adicional a las pequeñas y medianas empresas para facilitar esta transición hacia una jornada laboral más corta. Sin embargo, los sindicatos consideran que esto no es suficiente si no hay un compromiso real por parte de los empresarios para reconocer y remunerar adecuadamente las horas trabajadas.
Con esta acción, UGT y Comisiones Obreras esperan reactivar las negociaciones con Asempal y lograr avances significativos para los trabajadores almerienses.