La Audiencia Provincial de Almería ha dictado una sentencia condenatoria a ocho años de prisión para un hombre que intentó asesinar a su expareja sentimental. El ataque tuvo lugar en el parque de Piedras Redondas, donde el acusado se acercó a la víctima y la apuñaló en varias ocasiones con cuchillos, mientras ella trataba de protegerse.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:30 horas del 19 de junio de 2022. Según la resolución judicial, el agresor se presentó en el parque "portando varios cuchillos" y, guiado por la intención de acabar con la vida de su expareja, comenzó a apuñalarla "reiteradamente". La mujer, que estaba acompañada por otros amigos, sufrió hasta seis heridas incisas y punzantes en los brazos y en el pecho izquierdo, lo que requirió atención médica urgente y varios puntos de sutura. Su recuperación duró diez días durante los cuales estuvo incapacitada.
El tribunal ha considerado "indubitada" la participación del acusado en el ataque, basándose no solo en la declaración "coherente, constante y plenamente creíble" de la víctima, sino también en los testimonios de tres testigos que presenciaron el incidente. Entre ellos se encontraba la hija de la afectada, quien relató que tras una serie de empujones entre el acusado y ella misma, este se dirigió hacia su madre y comenzó a asestarle puñaladas. Los amigos presentes intervinieron para desarmar al agresor y ayudar a la víctima.
La sentencia también destaca que los agentes policiales que acudieron al lugar encontraron los cuchillos utilizados en la agresión; uno fue arrebatado al atacante durante el forcejeo y otro fue abandonado durante su huida.
A pesar de las pruebas presentadas, el tribunal desestimó calificar los hechos como un intento de asesinato con alevosía, tal como solicitaba inicialmente la Fiscalía. En su resolución del 20 de junio, argumentaron que el ataque fue frontal y no inesperado para la víctima, quien pudo intentar defenderse al ver acercarse al agresor. Además, señalaron que la discusión previa entre el acusado y la hija de la víctima eliminó cualquier carácter sorpresivo del ataque.
El fallo incluye una orden de alejamiento e incomunicación durante 18 años respecto a la víctima y una indemnización económica por valor de 10.700 euros. Asimismo, se impone una pena adicional de libertad vigilada durante cinco años tras cumplir su condena.
El caso ha puesto nuevamente sobre la mesa cuestiones relacionadas con la violencia machista y sus consecuencias devastadoras. La sentencia es apelable ante instancias superiores.