La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación que ha culminado con la detención de un hombre de 42 años en Adra, acusado de tráfico de drogas. Este individuo operaba un local clandestino dedicado a la venta y consumo de estupefacientes, situado en el bajo de un edificio residencial en una zona muy transitada de la localidad almeriense.
La investigación, denominada operación ‘Chillones’, se inició a principios del año en respuesta a las quejas vecinales sobre la inusual afluencia de personas al establecimiento, lo que generó una notable alarma social. Los agentes, apoyados por la colaboración ciudadana, comenzaron a vigilar el local para determinar la naturaleza real de las actividades que allí se desarrollaban.
Durante el seguimiento, los investigadores confirmaron que el local funcionaba como un punto activo para la distribución de diversas sustancias estupefacientes. El detenido utilizaba métodos discretos para llevar a cabo sus operaciones, entregando las drogas directamente a los compradores desde la puerta o permitiendo su entrada al interior del local. Esta estrategia buscaba evitar levantar sospechas sobre sus actividades ilegales.
El ambiente insalubre del local fue otro aspecto alarmante que llamó la atención de las autoridades. En septiembre, tras reunir suficientes evidencias, los agentes realizaron un registro del lugar con el apoyo de la Unidad Canina de detección de drogas de la Policía Local. Durante esta inspección, encontraron tres perros que vagaban entre charcos de orina y excrementos esparcidos por el suelo del establecimiento. Además, se descubrieron herramientas y material eléctrico junto a una zona habilitada como bar, donde había neveras llenas de latas de cerveza y otras bebidas alcohólicas.
La incautación realizada por parte de la Guardia Civil fue significativa: se recuperaron 17,39 gramos de cocaína distribuidos en bolsas, 402 gramos de hachís en tabletas y varias setas alucinógenas. También se hallaron 412 euros en efectivo y cinco básculas de precisión utilizadas para pesar las sustancias.
Este operativo no solo ha permitido detener al responsable del local, sino que también ha contribuido a prevenir que estas sustancias llegaran a menores y personas vulnerables que frecuentan la zona. La cercanía del local a áreas concurridas hacía necesario tomar medidas para preservar la seguridad colectiva y mitigar el impacto negativo que este tipo de actividades ilícitas generan en el entorno social.
Las diligencias realizadas durante esta operación han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Berja (Almería), mientras que la Guardia Civil continúa trabajando para garantizar un entorno seguro para todos los ciudadanos.
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