Es el escándalo del día, que eclipsa momentaneamente a otros. La actriz y presentadora Elisa Mouliáa ha denunciado públicamente ser víctima de acoso sexual por parte del exdiputado de Sumar. La revelación se produjo a través de un mensaje en la red social X, donde Mouliáa afirmó: “Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo”. Esta declaración se produce en un contexto de creciente presión sobre Errejón, quien había anunciado su renuncia a su escaño en el Congreso debido a problemas de salud mental y afectivos. La dimisión de Errejón se hizo oficial ayer, tras un periodo de intensas especulaciones y presiones dentro de su partido. La formación política Sumar había comenzado a investigar las acusaciones en su contra después de que una periodista, Cristina Fallarás, hiciera público el testimonio de una mujer anónima que lo acusaba de violencia machista, describiéndolo como un “maltratador psicológico” y un “verdadero monstruo”. En este contexto, Errejón confirmó ante su partido que las acusaciones eran ciertas, lo que llevó a Sumar a aceptar su dimisión de forma unánime. Reacciones de la política española La vicepresidenta Segunda del Gobierno y exlíder de Sumar, Yolanda Díaz, ha subrayado que la salida de Errejón se produce en medio de una investigación interna y ha reafirmado el compromiso de su formación en la lucha contra el machismo. Díaz ha declarado que “nosotros reiteramos nuestro compromiso firme con la construcción de una política feminista de una sociedad feminista desde todos los lados, desde todos los espectros y en todos los ámbitos”. Por su parte, Errejón, en una carta de despedida, ha mencionado que su tiempo en la primera línea política ha afectado su salud mental y ha llevado a un cambio en su comportamiento que, según él, “multiplica el patriarcado en el caso de los hombres”. En su comunicado, se ha mostrado consciente de los errores cometidos y ha expresado su deseo de repararlos a través de su dimisión. La denuncia de Mouliáa y las acusaciones contra Errejón se producen en un momento en que la sociedad española está cada vez más alerta ante los comportamientos machistas y la violencia de género. La cultura de la denuncia ha cobrado fuerza, y muchos sectores políticos y sociales están exigiendo una respuesta contundente ante estos problemas. La eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, ha instado a cambiar la dinámica de la cultura de la violación y ha llamado a proteger a las víctimas de violencia sexual, enfatizando la necesidad de acabar con la impunidad. El impacto en la política española El escándalo ha generado una ola de reacciones en el ámbito político. Desde el partido popular hasta los socialistas, todos han manifestado su apoyo a las víctimas de violencia machista. Los socialistas, a través de sus canales oficiales, han reiterado su compromiso de estar siempre al lado de las víctimas y han expresado su confianza en que Sumar llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre las acusaciones contra Errejón. Este episodio ha dejado una huella profunda en la política española, especialmente en un partido que se ha posicionado como defensor de los derechos de las mujeres y de una política feminista. La presión sobre Sumar y la necesidad de demostrar un compromiso real con la igualdad de género se han intensificado, y la situación de Errejón podría ser un punto de inflexión en la forma en que se abordan estos temas en el futuro. La renuncia de Íñigo Errejón y las acusaciones en su contra han abierto un debate crucial sobre la cultura de la violencia de género en la política española. A medida que Sumar se enfrenta a esta crisis, la atención se centra en cómo responderá a las denuncias y qué medidas tomará para garantizar un entorno seguro y respetuoso para todas las personas. La lucha contra el machismo y la violencia de género sigue siendo un desafío urgente, y la sociedad espera respuestas claras y efectivas de sus líderes.