Almería y otras provincias andaluzas están siendo testigos de un intenso debate sobre la instalación de macroparques fotovoltaicos. Juan José Bosquet Arias, portavoz del Grupo Parlamentario Vox en Andalucía, ha expresado su preocupación por lo que considera una "invasión" de las tierras agrarias por parte de estas instalaciones.
Durante su intervención en la Comisión, Bosquet recordó que Vox fue el único partido a nivel estatal que se opuso a la ley de cambio climático y propuso una enmienda a la ley de transición ecológica en 2021. Esta enmienda tenía como objetivo proteger los suelos agrarios y productivos frente al crecimiento descontrolado de los macroparques solares, pero fue rechazada por el Gobierno y sus aliados. "Ahí quedó de manifiesto qué partidos son los que apuestan verdaderamente por el mundo rural", afirmó.
El portavoz también subrayó que Vox ha presentado una proposición no de ley para instar al Congreso a priorizar la conexión a red de instalaciones fotovoltaicas ubicadas sobre tejados o terrenos degradados. Sin embargo, según Bosquet, el Partido Popular se abstuvo y otros partidos votaron en contra, lo que refleja una falta de apoyo hacia las preocupaciones del sector primario.
La situación ha llevado a agricultores de Jaén y Córdoba a movilizarse contra proyectos que amenazan con expropiar tierras y talar olivos centenarios. Estos proyectos se desarrollan en áreas propuestas para ser declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO debido a su rica tradición agrícola. "Solamente entre los tres municipios afectados de Jaén se van a talar más de cien mil olivos", mencionó Bosquet, comparando esta superficie con la extensión de cien campos de fútbol.
Uno de los puntos críticos es Lucainena de las Torres, en Almería, un municipio incluido en la lista de "Pueblos más bonitos de España" que ha sido rodeado por placas solares. Según Bosquet, este cambio ha tenido un impacto negativo en el turismo local: "Ya me dirán a qué, aparte del beneficio que haya podido sacar cierta persona que ni reside en Lucainena, ¿en qué ha repercutido eso en el municipio? Porque ni puestos de trabajo ni nada". El portavoz concluyó enfatizando que no están en contra de las energías renovables per se, sino que abogan por un uso responsable del suelo agrícola: "Es inadmisible que se utilicen terrenos agrícolas fértiles y en producción".
Este debate no solo afecta a Almería; toda Andalucía está inmersa en una discusión sobre cómo equilibrar las necesidades energéticas con la protección del patrimonio agrícola. La creciente instalación de parques solares plantea preguntas cruciales sobre el futuro del campo andaluz y su capacidad para sostener tradiciones agrícolas mientras se avanza hacia un modelo energético más sostenible. En este sentido, la posición adoptada por Vox resuena con muchos agricultores preocupados por el futuro de sus tierras y sus medios de vida.