La noche del lunes 28 de octubre, la provincia de Almería se vio sorprendida por una intensa tormenta eléctrica que precedió a las primeras gotas de lluvia asociadas a una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Durante esta jornada, los cielos se iluminaron con relámpagos cada pocos segundos, seguidos del estruendo de los truenos y, finalmente, de precipitaciones intermitentes pero abundantes.
Aunque aún se espera el balance final de litros acumulados durante este fenómeno meteorológico, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había emitido un aviso naranja que permanecerá activo hasta la tarde del martes. Las lluvias comenzaron a sentirse en gran parte de la provincia desde el lunes, aunque inicialmente fueron débiles. Sin embargo, al caer la noche, su intensidad aumentó notablemente, especialmente en las comarcas del Almanzora y el Levante Almeriense. Estas precipitaciones vinieron acompañadas de fuertes rachas de viento que afectaron principalmente al Poniente y a localidades como El Ejido, a donde corresponde al fotografía. Vehículos abollados, cristales rotos, plásticos de invernaderos reventados, almacenes inundados... este martes será el momento de valorar los fuertes daños producidos.
Las previsiones apuntaban a que entre el lunes y el martes podrían acumularse cerca de 200 litros en las zonas montañosas. Mientras tanto, los efectos del temporal ya eran visibles. Los teléfonos móviles de los almerienses comenzaron a recibir un torrente incesante de imágenes y vídeos que mostraban rayos surcando el cielo, calles inundadas y bolas de granizo del tamaño de pelotas de ping-pong. Este flujo constante de contenido visual alimentó tanto el asombro como el alarmismo entre los ciudadanos.
En cuanto a la intensidad de las lluvias, las predicciones no fallaron; poco después de las ocho de la tarde, algunas áreas registraron más de 40 litros por metro cuadrado en municipios como Partaloa, Huércal-Overa o Albox. En otras localidades como Aguadulce, El Ejido o Vícar, las precipitaciones se manifestaron en forma de granizo. Además, en las zonas más altas de la Sierra de los Filabres, como Las Menas de Serón y Calar Alto (Gérgal), también se reportó caída de nieve.
Los daños causados por estas condiciones climáticas adversas han comenzado a ser documentados. La aparición del agua en forma sólida ha llevado al cierre temporal de varias carreteras en la región. Entre ellas se encuentran la AL-3102 que conecta Velefique con Bacares, así como la AL-5405 desde el kilómetro 21 hasta el límite provincial con Granada y la AL-4404 hacia Calar Alto.
A medida que avanza este fenómeno meteorológico, los almerienses continúan atentos a las actualizaciones sobre su evolución y posibles consecuencias. La situación sigue siendo monitorizada por las autoridades competentes mientras se espera un informe más detallado sobre los impactos generados por esta tormenta histórica en la provincia.
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