Manuel Capa, tripulante de Salvamento Marítimo y miembro del sindicato CGT, compartió con Noticias de Almería su experiencia y perspectiva sobre la creciente crisis migratoria en el mar. Desde su posición en el barco de rescate, Capa ofreció un análisis profundo sobre las condiciones laborales de los rescatadores y desmintió algunos mitos que rodean la llegada de inmigrantes a las costas españolas.
Capa se encuentra actualmente en El Hierro, donde ha estado trabajando intensamente debido al aumento de llegadas de pateras. "Aquí estoy embarcado... estamos vinculados con la inmigración", explicó, aunque del millar de tripulantes de Salvamento Marítimo, de los que por rotación, solo trabajan a un tiempo la mitad, la inmigración solo ocupa al 10% de la plantilla, ya que el resto hace otras labores de rescate.
La situación en esta época del año es particularmente activa debido a lo que él denomina "calmas", condiciones meteorológicas favorables que facilitan la travesía marítima. "Desde hace ya unos cuantos años el auge ha empezado a llegar por la vía de Canarias", añadió, ya que se ve favorecida por los vientos alisios.
El tripulante destacó las duras condiciones laborales que enfrentan él y sus compañeros. "Estamos aquí veinticuatro horas de guardia adscritos al barco en un perímetro de diez minutos", comentó, subrayando la falta de descanso adecuado y la necesidad urgente de mejorar las rotaciones entre los tripulantes. Según Capa, “lo único que hace falta es una mayor rotación de tripulantes”, sugiriendo que sería ideal contar con una tercera tripulación para reducir el tiempo expuesto a la fatiga mental y física. Indicó que existe un teléfono disponible 24 horas para dar soporte psicológico a quienes lo precisen porque “estamos viendo drama diario”, dijo, destacando cómo cada rescate puede ser desgastante tanto física como psicológicamente. Detalla que se viven momentos muy duros, tanto por lo que tienen que ver, como por la propia distancia con la familia, ya que los embarques son de un mes.
Uno de los puntos más controvertidos que abordó Capa fue el mito sobre los llamados "barcos nodrizas". En este sentido, fue contundente: “No hay barcos nodrizas, todos salen de la playa”. Aclaró que muchas veces se confunden imágenes de barcos mercantes con cayucos artesanales que están realizando actividades pesqueras. “Si ha salido alguna imagen... ves un barco mercante y ves cayucos... pero es que estos cayucos son barcos artesanales de pesca” que se acercan para llevar sus capturas directamente, explicó. Capa enfatizó que “la gente se lo cree” cuando se difunden noticias sobre supuestos barcos nodrizas involucrados en el tráfico humano, y remarcó que se manipula el sentido real de las imágenes para que parezca lo que no es.
Sobre las víctimas del viaje migratorio, Capa lamentó la gran cantidad de personas desaparecidas. “Los fallecidos se contabilizan por cuerpos recogidos... realmente se recuperan un 10% de los fallecidos”, indicó, sugiriendo así una cifra alarmantemente alta respecto a quienes no logran sobrevivir a la travesía. Y recuerda como ejemplo del drama que “cayucos han aparecido en Brasil... cadáveres... eso no aparece contabilizado”, añadió con tristeza.
Finalmente, al referirse al trabajo realizado por Salvamento Marítimo, Capa aclaró que aunque su labor está muy centrada en rescatar inmigrantes actualmente, su misión original es salvar vidas en el mar sin distinción. “Salvamento se creó para salvar a la gente de la mar”, concluyó.
La voz de Manuel Capa ofrece una perspectiva valiosa sobre las complejidades del rescate marítimo y pone en evidencia tanto los desafíos operativos como los mitos populares que rodean la migración hacia Europa. Su testimonio resalta no solo la humanidad detrás del trabajo de rescate sino también la necesidad urgente de abordar estas cuestiones desde un enfoque basado en hechos y realidades concretas.