El Almería sigue en racha y lo demostró con una victoria crucial frente al Deportivo de La Coruña, alcanzando ya cinco jornadas sin conocer la derrota. Con este triunfo, los rojiblancos continúan consolidando su fortín en casa y se acercan peligrosamente a las posiciones de privilegio en la tabla, aún con un partido pendiente por disputar.
El once inicial del Almería, casi sin variaciones, mostró a un equipo en plena forma. Rubi había anunciado pocos cambios, y así fue: Gui Guedes acompañó a Baba en la medular, dejando a Melero fuera de la convocatoria y manteniendo a Edgar como central. La presencia de Pozo y Nico Melamed en lugar de Marc Pubill y Bruno Langa completaron las novedades.
Desde el pitazo inicial, los almerienses mostraron por qué están en tan buena racha. Sólidos en defensa y muy incisivos en ataque, pronto pusieron en aprietos al Deportivo. A los quince minutos, Arribas estuvo a punto de abrir el marcador tras una gran jugada de Pozo. La presión dio frutos en el minuto 31: un córner lanzado por Melamed fue cabeceado por Edgar al fondo de las redes. ¡Gol de Almería y estallido de júbilo en las gradas!
El partido parecía controlado, pero el Deportivo respondió rápidamente y empató en el 35, también a la salida de un córner. La tensión se palpaba, sobre todo cuando Barbero casi adelanta a los gallegos dos minutos después. Sin embargo, el Almería no se amilanó y, en la prolongación del primer tiempo, una brillante jugada de ataque culminó con un centro de Centelles que Leo Baptistao convirtió en el 2-1. Así, con ventaja para los locales, nos fuimos al descanso.
El segundo tiempo fue un recital del Almería. Dominio total y absoluto, cercando constantemente la portería del Deportivo. Luis Suárez, Baptistao, Arribas y Gui Guedes tuvieron varias ocasiones claras para sentenciar el encuentro, pero la falta de puntería mantuvo la incertidumbre en el marcador. El Deportivo, aunque tímido, no dejó de intentar buscar el empate, realizando su primer disparo a puerta recién al minuto 68.
Con el tiempo agotándose y la ventaja mínima, Rubi decidió reforzar la defensa, incorporando a Kaiky en la medular y optando por tres centrales para asegurar los tres puntos vitales. El Deportivo apretaba, pero el Almería, con temple y determinación, aguantó hasta el final.
El pitazo final confirmó la victoria rojiblanca. ¡Triunfo importantísimo para el Almería que sigue soñando en grande! La afición despidió al equipo con una ovación merecida, conscientes de que su equipo está más fuerte que nunca. ¡Vamos arriba, Almería!