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Las Chicas del Punto: un rincón en Aguadulce para amantes del ganchillo, punto y amigurumis
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Las Chicas del Punto: un rincón en Aguadulce para amantes del ganchillo, punto y amigurumis

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En Aguadulce, Almería, existe un espacio donde las preocupaciones se desvanecen entre puntadas. Allí, las manos ocupadas en hilos, agujas y ganchillos son protagonistas. Se trata de Las chicas del punto, un espacio creativo para apasionadas del crochet y el punto, donde se reviven técnicas tradicionales como el ganchillo y se exploran otras más novedosas como el amigurumi japonés.

El proyecto nació del sueño de África Torres, diseñadora gráfica que dejó el ordenador para sumergirse en un mundo de ovillos y agujas. Su idea inicial era abrir un pequeño comercio de lanas con venta online, pero el resultado ha superado todas sus expectativas. Hoy, Las chicas del punto es un referente nacional para amantes de las manualidades, ofreciendo espacios para quienes desean iniciarse y para quienes buscan compartir su veteranía. “Trabajamos con ilusión en un proyecto familiar, y nuestra felicidad al hacer lo que nos gusta se contagia a nuestros clientes”, explica Torres.

En un largo viaje en coche, África Torres tejía no solo ovillos, sino también ideas. Fue durante esas horas, rodeada de su familia, cuando propuso la idea de crear Las chicas del punto. "Se lo comenté a todos los que íbamos en el vehículo y nadie se negó. Si mis hijos no decían nada, estaba claro que les pareció divertida la idea", recuerda. La propuesta no solo fue bien recibida, sino que pronto tomó forma. En octubre lanzaron una página web y, ante el éxito inesperado, en enero de 2018 abrieron su primera tienda física en la Avenida Carlos III, en Aguadulce.

Desde su apertura, Las chicas del punto ha cautivado a aficionadas al punto y el ganchillo con una oferta que incluye ovillos de materiales distintos como lana, lino y bambú, además de patrones, accesorios y telas. También han apostado por el amigurumi, la técnica japonesa que combina creatividad y destreza para crear pequeños muñecos de crochet.

Pero el verdadero valor añadido son los talleres de punto y crochet que organizan, junto con profesionales de este mundillo, como Estefanía González de Santa Pazienzia. Cada mes se organizan diversos talleres que están fomentando una comunidad apasionada por este arte de tejer. La tienda se ha convertido en un refugio creativo donde las personas pueden tejer, conversar y disfrutar de un café. En sus clases de punto y ganchillo, tu decides que quieres tejer y con qué técnica y te ayudan para que lo consigas. Entre sus trabajos destacan bolsos, alfombras, amigurumis y cursos de corte y confección.

África Torres también ha organizado talleres al aire libre en distintas ocasiones, así como en el el Día Mundial de Tejer en Público, una celebración global que reúne cada 9 de junio a aficionados al tejido en las calles. Frente a su tienda, en la Avenida Carlos III, tejedoras y curiosos se unen en una jornada al aire libre llena de talleres, sorteos y sorpresas. "Tejer en la calle ha sido una experiencia única, una forma de compartir nuestra pasión y de acercar esta tradición a más personas", comentó Torres, emocionada por el éxito del encuentro.

Las chicas del punto no es solo una tienda, es un lugar donde las pasiones se entrelazan y las historias se tejen. Desde Aguadulce, África Torres y su equipo han demostrado que las técnicas tradicionales pueden reinventarse para unir generaciones, inspirar creatividad y fortalecer una comunidad. Con cada puntada, este espacio sigue construyendo sueños, uno a uno, convirtiéndose en un verdadero referente para quienes encuentran en el tejido algo más que un hobby: una forma de vida.