No tengo la romana a mano para pesar a los almerienses elegidos en el congreso de Sevilla, y no creo que me dejen subirlos a la báscula de la botica más cercana. Tampoco sé lo que pesa doña Anabel, o don Indalecio, por lo que no les puedo asegurar que el sanchismo Almería gane peso en la dirección federal del partido. Pero si ellos lo dicen, supongo que habrán pesado a los compañeros y sabrán el peso que han ganado. Con la presencia de la señora Mateos no se sabe si el peso lo gana Almería, pero es evidente que lo gana su familia. Doña Ana viene a reforzar la figura de su esposo, Antonio Hernando, dentro del partido.
¿Y qué me dicen ustedes de la presencia de don Indalecio Gutiérrez? Don Indalo ha sido un hombre de Fernando Martínez. Ha pasado un desierto por culpa de sus comidas y otros gajes con un Tito muy conocido y famoso dentro del sanchismo patrio. Me cuesta trabajo creer que Almería gane peso con la presencia de Gutiérrez en la dirección del Psoe. Si cabe, y con la historia que tiene detrás nuestro famoso Indalo, si algo le ocurre a esta provincia y al partido es que pueda perder peso, prestigio, fama y otras cualidades.
¿Vuelve a apoyar Fernando Martínez a su compañero Indalecio?
Si no es él, ¿quién y por qué apuesta por un hombre que ya estaba amortizado dentro del socialismo provincial, o eso se creía en los caladeros políticos socialistas?
¿Qué puede esconder la vuelta de Indalo a la dirección del Psoe?
¿Sabe algo que pueda vender o cambiar ante los jefes?
¿Se le está pagando con este cargo el silencio mantenido y a mantener por parte de Indalecio Gutiérrez?
Todo indica que el desierto ha acabado para él, y que vuelve a la carga política. Lo que quiere decir que lo mismo lo vemos luchando, desde esa primera fila lograda en el congreso de Sevilla, por un nuevo puesto en las futuras listas electorales de su partido.
Si les digo que no me ha sorprendido les mentiría. Pero luego ves las imágenes que han ofrecido durante el pasado fin de semana, los aplausos, los gritos de Begoña Begoña, y las menciones a ciertos personajes, y comprendes el que nuestro paisano Indalecio Gutiérrez esté de nuevo en los grandes cenáculos del actual sanchismo. Le han perdonado. ¿De qué tienen que perdonarlo? Él no ha pasado por la estola de Pumpido, otros sí. La pregunta es: ¿Estará Tito Berni y el resto de los que con él se reunían en fiestas y comilonas en algún papel relevante dentro de la dirección del Psoe federal? Me quedo a la espera, pero ya no sería una sorpresa.
El dúo Fernando-Indalo vuelve a la carga.
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