Se acerca esa época del año en la que todos nos llenamos de ilusiones y sueños. La Navidad ya está aquí y, con ella, el sorteo de la Lotería Nacional. El 22 de diciembre se convierte en un día mágico para muchos, aunque para otros sea solo un recordatorio de que la suerte no siempre sonríe. Pero, ¿realmente es cuestión de azar o hay algo más detrás de esos números?
Déjenme contarles sobre una profesora de matemáticas que vive en nuestra querida tierra almeriense. Su nombre es María y ha ganado la lotería nada menos que 28 veces. Sí, lo han leído bien: ¡28! Cuando me enteré de su historia, no pude evitar pensar en la cantidad de veces que he jugado yo y mis amigos a la lotería sin siquiera acercarnos a un premio decente. Recuerdo aquella vez en la que mi amigo Juanito se gastó todo su sueldo en décimos y solo le tocó una pedrea. “El año que viene será el bueno”, decía mientras se reía entre lágrimas.
María, por otro lado, tiene una estrategia muy particular. Ella no deja nada al azar; estudia las probabilidades como si estuviera preparando un examen final. Nos sentamos un día a tomar café en una terraza con vistas al mar Mediterráneo (sí, esa vista que nos hace sentir afortunados solo por vivir aquí) y me explicó su método: selecciona los números basándose en patrones históricos y estadísticas. “La lotería es un juego de probabilidades”, me dijo mientras removía su café con una sonrisa pícara. “No es magia, es matemáticas”.
Y ahí estaba yo, pensando en todas esas veces que he elegido mis números favoritos: el 7 porque es mi número de la suerte, el 13 porque soy un poco supersticiosa (aunque nunca he tenido mala suerte), y el 21 porque es el día de mi cumpleaños. Pero claro, eso no me ha llevado a ganar ni un triste reintegro.
Lo curioso es que María no juega cada año; ella se toma su tiempo y decide cuándo entrar en el juego. A veces compra décimos con sus compañeros del colegio; otras veces juega sola. Y aunque parece tener una fórmula mágica –o quizás simplemente mucha paciencia–, también reconoce que hay un componente innegable de azar. “Al final del día”, dice con sabiduría, “la lotería sigue siendo eso: una lotería”.
Y mientras tanto, aquí estamos nosotros, los mortales comunes, soñando con ese Gordo que podría cambiar nuestras vidas. En Almería tenemos tantas cosas por las cuales estar agradecidos: nuestro clima soleado, nuestras playas paradisíacas y nuestra gastronomía exquisita (¿quién puede resistirse a un buen pescaito frito?). Pero claro, siempre hay espacio para soñar con ser millonarios por un día.
Así que este 22 de diciembre les invito a reflexionar sobre lo siguiente: ¿jugarán a la lotería esperando un golpe de suerte o se atreverán a analizar las probabilidades como lo hace María? Yo ya tengo mi décimo listo (por supuesto basado en mis números favoritos). Y si no toca este año… bueno, siempre habrá otra oportunidad el próximo.
En fin, amigos almerienses: ¡que la suerte esté siempre de nuestro lado! Y si ven a María por las calles del centro comprando más décimos esta semana, no duden en pedirle algunos consejos matemáticos... o simplemente ofrézcanle un café para celebrar sus múltiples victorias.
Agenda
