¿Aldama es un truhan o es un señor? ¿Un corrupto, imputado como delincuente, o un hombre honrado? Los sanchistas, tras las declaraciones del caballero en cuestión: Víctor de Aldama es un truhan, un mentiroso y un presunto delincuente. Vale, sí. Pero hubo un día en que para el gobierno de Pedro Sánchez y el ministro Marlaska, el señor Aldama fue un señor. Ya no se acuerdan, y con merecimiento como para colgar sobre su pecho una medalla al mérito de la Guardia Civil. Nada menos que condecorarlo con una medalla de un cuerpo honorable como es el de la Benemérita. Aldama es un señor convertido en truhan, o un truhan convertido en señor por la mano de Sánchez y de Marlaska.
Si nos atenemos a lo que han hecho con Bildu, ahí está Otegui, compañero de terroristas, de delincuente etarra a hombre de paz. Pero ojo, a este señor, nos dirá el ministro Marlaska, no le hemos dado la medalla de la Guardia Civil. Porque no la ha pedido. Pero le han dado poder en las cárceles, en gobiernos vascos, en ayuntamientos y en otros estamentos creados tras el terror etarra. Y si quieren hablamos de los delincuentes catalanes, y de todo lo que ustedes les han dado en nombre de un poder que no quieren perder.
Pero Aldama, al que los ministros odian estos días, y los sanchistas declaran como el mayor mentiroso del reino, ha manifestado que tiene las pruebas. ¡Temblad, malditos, temblad! El llamado aranero tiene las pruebas: las tengo. El odiado os restriega la medalla recibida de vuestras manos por la cara. Mírala Marlaska, sobre mi pecho como una flor, como un clavel reventón. Nosotros, que te hicimos de los nuestros, que te llevamos a los mítines del número uno, que pusimos el dinero de España y de los españoles a tus pies, nos pagas así. ¡Tengo pruebas! Declaras ante la justicia, solo por defenderte de tus tropelías, mentiras y patrañas contra los que te dimos de comer. ¡Tengo pruebas tengo pruebas!
¿Se puede seguir siendo ministro del interior cuando se ha dedicado a imponer medallas en el pecho de supuestos delincuentes como es el caso de Aldama? ¿Tienen algo que decir esos mandos de la Guardia Civil que palmean la espalda del ministro, que comparten tiempo y medallas con gente a los que al final ellos mismos, con sus investigaciones, van a meter en la cárcel? No es solo el ministro el que tiene que dimitir, se tendrían que ir todos aquellos mandos de la benemérita que han sido felpudos de este ministro. Son una vergüenza para un cuerpo que se ha dedicado a defender a los ciudadanos de este país. Empiecen exigiendo que el señor Aldama devuelva la medalla que no se merece, y luego, a casa, por vergüenza.