El último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela un notable incremento en la población nacida en el extranjero en varios municipios españoles, y Almería no es la excepción. A principios de 2024, ya son 30 los municipios que cuentan con más del 50% de sus habitantes originarios de otros países, un aumento significativo desde los 22 registrados hace tres años.
Entre estos municipios, Almería brilla con varias localidades que presentan porcentajes destacados. Arboleas y Partaloa se sitúan a la cabeza con un 68% y un 63% de su población nacida fuera del Estado, respectivamente. Además, Bédar también se suma a esta lista con un 60%, mientras que Mojácar alcanza un 54%. Estos datos reflejan una tendencia creciente hacia la diversidad cultural en la provincia.
A nivel estatal, el pueblo segoviano de Fuente el Olmo de Fuentidueña lidera la lista con un asombroso 81% de su población extranjera. Le siguen Torre del Burgo (Guadalajara) y Rojales (Alicante), con porcentajes del 73% y 69%, respectivamente. Sin embargo, las cifras en Almería subrayan la importancia de la inmigración en la configuración demográfica actual.
El INE también destaca que España comenzó el año con una población total de 48,6 millones, donde aproximadamente el 18% corresponde a personas nacidas en otros países, lo que equivale a unos 8,8 millones. Este fenómeno migratorio ha sido crucial para el crecimiento poblacional del país, ya que se estima que dentro de 50 años, hasta un 40% de los habitantes serán extranjeros.
Las proyecciones indican que mientras la población nacida en España disminuirá significativamente –alcanzando los 33,3 millones–, el número de personas nacidas fuera del país seguirá aumentando. Esto se traduce en un cambio demográfico importante para comunidades como Andalucía y su capital provincial, Almería.
La situación refleja no solo un crecimiento numérico sino también una transformación social que impacta directamente en las comunidades locales. Con una tasa migratoria positiva que contrarresta el saldo vegetativo negativo (más defunciones que nacimientos), Almería se posiciona como un ejemplo claro del 'boom' migratorio que está redefiniendo su paisaje demográfico y cultural.