El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha confirmado oficialmente en la noche del jueves 16 de enero de 2025 el secuestro de un ciudadano español en el norte de África, específicamente en el sur de Argelia. Fuentes del departamento dirigido por el ministro José Manuel Albares han comunicado que "distintas fuentes fiables confirman que un ciudadano español se encuentra actualmente retenido contra su voluntad en el norte de África". El Gobierno español está trabajando "activamente para esclarecer todos los aspectos y lograr su resolución", según informaron dichas fuentes.
El secuestro se habría producido en una zona del sur de Argelia, cerca de la frontera con Malí, donde operan diversos grupos yihadistas, entre ellos el Estado Islámico del Gran Sáhara (EIGS) y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), este último vinculado a Al Qaeda. Inicialmente, se pensó que el secuestrado podría ser una mujer, pero fuentes próximas a la investigación han corregido esta información, confirmando que se trata de un hombre, de unos 50 años o más de 60 según diferentes reportes.
Las primeras indagaciones apuntan a que el español fue capturado junto a otras personas, quienes fueron liberadas posteriormente, mientras que él fue trasladado como rehén a Malí. Este incidente no es aislado; recientemente, se informó del secuestro de una ciudadana austriaca en la región de Agadez, Níger, lo que sugiere una actividad creciente de grupos armados en la región.
El Gobierno español, a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, ha recomendado a los ciudadanos extremar las precauciones en viajes a Argelia, especialmente en las zonas fronterizas con Malí y Libia, destacando la necesidad de viajar en grupo e informar de los planes de viaje a las autoridades españolas en el país.
Este secuestro recuerda a incidentes pasados como el de los cooperantes españoles, Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons, y la italiana Rosella Urru, quienes fueron secuestrados en 2011 en los campamentos saharauis de Tinduf, Argelia, y liberados nueve meses después. La situación actual en el Sahel y el norte de África sigue siendo volátil, con múltiples amenazas de grupos terroristas que operan en la región.
Las autoridades españolas están colaborando con las locales y europeas para aclarar los detalles del caso y asegurar el retorno seguro del ciudadano secuestrado. La comunidad internacional y las fuerzas de seguridad en la región están en alerta ante esta nueva manifestación de inestabilidad y violencia.
Grupos Yihadistas en el Sahel
El Sahel, una vasta región que se extiende a través de África desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, ha emergido como un epicentro crítico de la actividad yihadista. Desde aproximadamente 2012, la presencia y la influencia de estos grupos han crecido significativamente, aprovechando las debilidades gubernamentales, la inestabilidad política, y las tensiones étnicas y comunitarias para expandir su control e influencia.
Principales Grupos Yihadistas:
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Jama'at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM):
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Afiliación: Al Qaeda.
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Descripción: JNIM es una coalición de varios grupos yihadistas formada en marzo de 2017 y dirigida por Iyad Ag Ghaly. Opera principalmente en Malí, Burkina Faso, y Níger. Es conocida por su sofisticación operativa, incluyendo ataques complejos contra objetivos militares y civiles. JNIM ha sido responsable de numerosos ataques, incluyendo el asalto a bases militares y emboscadas a fuerzas de seguridad.
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Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS):
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Estado Islámico en África Occidental (ISWAP):
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Boko Haram:
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Descripción: Aunque históricamente su actividad ha estado más centrada en Nigeria, su presencia y ataques han repercutido en el Sahel, especialmente en Níger y Chad. Boko Haram ha experimentado divisiones internas, con ISWAP siendo una de ellas, pero sigue siendo una amenaza significativa, perpetuando la violencia y el terror en la región.
Estrategias y Impactos:
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Control Territorial: Estos grupos buscan establecer áreas de influencia donde puedan imponer su ley, recaudar impuestos, y controlar recursos, incluidos puntos estratégicos para el tráfico de drogas y armas.
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Violencia y Ataques: Han sido responsables de numerosas masacres, secuestros, y ataques contra civiles y fuerzas de seguridad, exacerbando la inestabilidad y el desplazamiento de población.
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Propagación: La actividad yihadista no se limita a los países tradicionalmente asociados con el Sahel sino que ha comenzado a extenderse a países vecinos como Benín, Togo, y Ghana, utilizando parques nacionales como refugios.
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Respuesta Internacional y Local: La presencia de operaciones militares como la francesa "Barkhane", la misión MINUSMA de la ONU, y la Fuerza Conjunta del G5 Sahel han intentado contener la expansión yihadista, aunque con resultados mixtos debido a la naturaleza asimétrica del conflicto.
Contexto y Desafíos:
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Vacío de Seguridad: La retirada o disminución de tropas internacionales ha dejado espacios que los grupos yihadistas han ocupado rápidamente.
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Conflictos Locales: Las tensiones entre comunidades, particularmente entre pastores y agricultores, han sido explotadas por estos grupos para reclutar miembros y expandir su influencia.
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Cambios Políticos: Golpes de Estado y cambios en las alianzas internacionales han alterado la dinámica de seguridad, permitiendo a veces que grupos yihadistas ganen terreno.
La situación en el Sahel sigue siendo una de las más complejas y preocupantes en términos de seguridad internacional, con implicaciones para la estabilidad regional y la seguridad global, especialmente considerando la proximidad a Europa.