Los clubes privados de marihuana, también conocidos como weedclubs, son asociaciones que operan dentro de un marco privado y exclusivo. Esto lo que significa es que ofrecen a sus miembros un espacio seguro y regulado para el consumo de cannabis.
En España, por ejemplo, la ley permite su existencia bajo condiciones muy estrictas. Por eso, a continuación te explicamos qué son, cómo funcionan y qué beneficios tienen sus miembros.
¿Qué es un club privado de marihuana?
Aunque ya conoces algunas pinceladas, los clubes privados de marihuana son asociaciones sin ánimo de lucro que permiten a sus miembros consumir cannabis de forma responsable y en un entorno controlado.
A diferencia de otros espacios con fines principalmente comerciales, operan bajo un modelo de cultivo y consumo compartido. El objetivo es garantizar la discreción de sus miembros y, sobre todo, evitar el comercio ilegal.
Requisitos para formar parte de un club
El acceso a un club privado de marihuana, evidentemente, está restringido y hay que cumplir ciertos criterios para poder acceder. El primero y más lógico es ser mayor de edad, aunque hay clubes en los que es necesario tener más de 21 años. También es normal justificar la residencia en España para evitar lo que se conoce como turismo cannábico, que principalmente se basa en viajar a otros países para visitar producciones o consumir.
Los clubes también promueven el consumo responsable, con fines terapéuticos o recreativos, pero nunca por encima del máximo legal (suele rondar los 50-90 gramos al mes). En muchos es necesario acceder mediante recomendación de otro socio y, por supuesto, pagar siempre la cuota de entrada y otros pagos mensuales o anuales para formar parte.
¿Por qué pertenecer a un club de marihuana?
Para consumidores habituales, ser miembro de un club de marihuana tiene bastantes ventajas:
- Consumo seguro: los miembros se aseguran de consumir productos de calidad en un entorno legal y seguro.
- Comunidad: fomentan el sentido de pertenencia y animan a los miembros a compartir conocimientos y experiencia.
- Educación: muchos clubes ofertan talleres y actividades relacionadas con el cultivo, el consumo responsable y las aplicaciones terapéuticas del cannabis.
- Discreción: al operar en un marco privado, garantizan la absoluta privacidad de sus miembros.
También debes saber que funcionan bajo un modelo de autogestión y no tienen fines lucrativos. Los miembros pagan unas cuotas mensuales que principalmente cubren gastos y permiten acceder al cannabis que se ha producido en el club de manera colectiva. Además, los fondos también se utilizan para organizar talleres, debates o eventos comunitarios.