El teatro es como el buen vino. Siempre te produce sensaciones diferentes. Por eso, David García-Intriago ha invitado al público del ciclo Delicatessen a un viaje por la historia de este arte escénico a través del vino, en una celebración de la cultura, la naturaleza y la libertad, al ritmo de Santiago Vokram con el violín, con el objetivo de vivir una auténtica bacanal de amor por el teatro.
David García-Intriago es un juglar de la palabra, cuyos espectáculos están llenos de ritmo, humor e interacción con el público. Si el espectador espera encontrarse sentado y tranquilo en su butaca, está muy equivocado. El protagonista comparte el divertimento con el público, pero con un poso de reflexión sobre la vida y el devenir de los acontecimientos. Y también de la improvisación.
Y así, anoche entró anoche por el patio de butacas del Teatro Apolo, como cualquier persona que compra su entrada, acompañado por la música de Santiago Vokram, para agradecer que en el pre-puente del Día de Andalucía, el público haya decidido ir al teatro en vez de al pueblo para ver la representación de ‘Bacanal’.
Durante la hora y media de espectáculo se acumulan las emociones, desde la espiritualidad hasta llegar a la catarsis y todos juntos proclaman bien alto que “el teatro es un gesto de amor, generosidad y verdad”. La obra llegó a Almería de la mano del ciclo Delicatessen de Axioma Teatro y en el marco de la programación especial de invierno puesta en marcha por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
David García-Intriago realiza todo un ejercicio de entrega y esfuerzo sobre el escenario, físico e intelectual, capaz de llevarse al bolsillo hasta el espectador más reticente. Es un fenómeno de la improvisación, que despliega todos los atributos del buen teatro, ese que apasiona al público y los actores, y donde sabes cómo empieza, pero no hacia donde caminará la representación.
En este caso, ‘Bacanal’ es un divertidísimo y didáctico recorrido por el origen y la historia del arte escénico, del vino, sus dioses y aquellas bacanales libres que lo acompañaban. Humor, teatro, música en directo, improvisación, historia y mucha interacción con el público...
En la representación, actualiza la presencia del vino y su vínculo con el teatro a lo largo de la historia, desde Grecia y Roma a la actualidad. A lo largo de este recorrido parte de la reflexión, pasando por el exceso fruto del ‘consumo’ de alcohol, hasta la felicidad plena cuando enlaza los mundos del vino y la palabra, e invita a que “cada uno tome la verdad que necesite para vivir”. En la obra, va sumando a figurantes con los que dialoga en el patio de butacas y a los que pide que formen parte del guión, ya sea para producir los efectos especiales e incluso para interpretar algunos personajes.
Es una satisfacción ver representaciones tan trabajada, en las que el actor desarrolla un texto muy bien hilvanado, con una habilidad innata para contar las historias, acompañado de música en directo del gran Santiago Vokram, y en la que logra la total implicación del público. Lo dicho, David García-Intriago y la Líquida Teatro nunca te dejan indiferente. Viva el teatro… y ahora nos vamos a brindar por las artes escénicas y la alegría de vivir con un buen vino.
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