El presidente de la Junta de Andalucía ha vuelto a realizar una visita descafeinada a nuestra provincia en la que, además de no anunciar ni inaugurar obras de gran calado –ya va para siete años que no lo hace- se apropia de iniciativas que han tenido otras administraciones. Es el caso de las viviendas en alquiler de Costacabana, construidas con 1,1 millones de euros de los fondos europeos Next Generation que gestiona el Gobierno de España gracias al empeño de Pedro Sánchez, no del PP que fue a Bruselas a boicotearlos, porque para los ‘populares’ la población almeriense, andaluza y española, no los merecían. Moreno Bonilla no ha tenido que hacer nada aquí, tan sólo un trámite administrativo y eso las y los jóvenes lo saben muy bien. Conocen a la perfección lo que le interesa al Gobierno andaluz del PP el binomio ‘juventud-vivienda’. Lo hemos podido ver en la pésima gestión que ha realizado del Bono Alquiler Joven que, por cierto, también financia el Gobierno de España.
Moreno Bonilla se marchó después a Mojácar, a inaugurar un centro de salud que no tiene ni un solo servicio nuevo o más que el edifico que ha cerrado en la costa. Una buena noticia hubiera sido que hubiera venido para inaugurar éste mientras mantenía el otro, pero no, vino para dar fe de que ha acabado la mudanza.
Como pasará algún tiempo hasta que vuelva a venir por tierras almerienses –somos de las provincias que menos visita- sería conveniente que aprovechara el tiempo para gestionar muchos asuntos que tiene pendientes con nuestra provincia con el fin de darnos verdaderas buenas noticias a su regreso. Moreno Bonilla podría decirnos que va a construir los colegios e institutos que tiene pendientes para dar una oferta educativa pública adecuada a nuestros niños y niñas. También podría anunciar que ha logrado reducir tanto la lista de espera en dependencia que por fin va a cumplir los plazos previstos por la propia ley y no los dos años a los que obliga a estas personas y a sus familias a tener que aguardar estoicamente sin esa vital ayuda. En esa espera se encuentran ahora mismo unas 3.300 personas en la provincia. No son mejores los datos de las listas de espera sanitarias que engrosan unas 100.000 personas y miles de ellas se encuentra, también, fuera de los plazos que la Junta se comprometió a cumplir. Tiene mucho que hacer, pero pocas ganas.