¿Cómo es posible que en España no esté prohibido ir al colegio o al instituto con todo el cuerpo tapado excepto una pequeña rendija para los ojos?
¿Cómo es posible que a una niña sus amigas no le puedan ver la cara en clase, ni reconocer por la calle porque va totalmente tapada?
¿Cómo es posible una humillación semejante, una desprotección total de una menor de edad, esté permitida en España?
Alemania, Francia, Holanda... la mayoría de los países europeos prohíben en su legislación el niqab, esta prenda islámica que humilla a la mujer y la despoja de su dignidad y humanidad.
Pero aquí en España, no. Y por tanto se permite que sea despojada de su dignidad y acuda así al colegio. No hablamos del clásico hijab. Hoy es el niqab, mañana será otra cosa. Y así es como las niñas pierden libertad y nosotros nuestra cultura.
La infancia debe ser protegida.
Si un menor de edad no puede votar, ni conducir, ni hacerse un tatuaje, ¿cómo se puede permitir que acuda al colegio sin que nadie pueda verle la cara? Se le está marcando a esa niña, se le está destrozando la vida y se le está despojando de su humanidad.
¿Por qué no se defienden a estas niñas por la “mediática progresía feminista que ayer se manifestaban dividida, en ocasiones, con ofensas al PP y VOX”?
El niqab es un velo islámico que cubre toda la cara menos una pequeña rendija para los ojos. Es una prenda común en países árabes donde la mujer tiene menos derechos que los hombres, pero en Europa suele estar prohibido.
Y digo suele porque resulta que en España no lo está y acabamos de saber que ya ha llegado a los colegios españoles.
No hablamos ya siquiera del clásico hijab musulmán que cubre el pelo, sino directamente de una prenda que tapa absolutamente todo, dejando tan solo una pequeña rendija para los ojos.
¿Cómo se puede permitir que una menor de edad vaya al colegio con todo su cuerpo cubierto, incluida la cara, denigrando su libertad? ¿Queremos que en España las niñas tengan que ir a clase como si estuviesen en Afganistán?
Esto no es libertad religiosa, esto excede en un sentido involucionista a la cultura europea humanística y cristiana, esto es cobardía y sumisión.
Tenemos que defender la infancia y la dignidad de las niñas porque los padres que obligan a sus hijas a llevar un niqab no van a hacerlo. Y el niqab no es lo grave, es lo que hay tras el niqab: desigualdad, sumisión y mucho sufrimiento. Es una cuestión de Justicia. Paz y Bien.