Almería: escenario natural de crecimiento

A nadie escapa que Almería está paulatinamente volviendo a recuperar el protagonismo que hace algunas décadas ocupó en la industria cinematográfica. Aunque es cierto que las necesidades y objetivos de la producción cinematográfica son sensiblemente diferente a los años dorados del cine en nuestra provincia, también es verdad que poco a poco Almería vuelve a estar de actualidad por ser escenario de todo tipo de rodajes. Y ello es debido al trabajo serio y profesional que estamos desarrollando desde las instituciones, apoyando y respaldando la generación de interés y atractivo para las productoras y grandes directores. Nuestros escenarios naturales y nuestra luz siguen siendo un reclamo poderosísimo para los profesionales de un sector que debe ser fuente de riqueza, empleo y creación de valores culturales para todos. No es necesario enumerar ahora el reciente paso de producciones internacionales de gran importancia, la celebración de nuevas pruebas de selección de figurantes, la vuelta de la construcción de escenarios, la presencia de actores de fama mundial o del éxito que están teniendo algunas películas rodadas en Almería. Todos somos conscientes de este repunte y como es natural nos alegramos por ello. Lo que quiero decir es que Almería no supo procesar, encauzar y atraer bien hace años el descubrimiento de nuestra luz y nuestros paisajes para numerosísimas producciones cinematográficas de todo tipo y que ahora tenemos en nuestra mano la oportunidad de hacer de nuestro valor natural un valor añadido y real a la economía almeriense. Hacer bien las cosas, como se están haciendo ahora, es el primer paso para que progresivamente seamos reclamo de profesionalidad, solvencia y seriedad a la hora de ambientar o realizar aquí cualquier tipo de películas. En el Ayuntamiento y en la Diputación estamos apostando, desde el rigor y la profesionalidad, por hacer del “Almería Tierra de Cine” algo más que un lema publicitario. La sinergia que genera el impacto del cine debe ser aprovechada con inteligencia, como estamos haciendo, y no con alardes y derroches tan improductivos como insostenibles, como vivimos hace unos años cuando la Diputación cayó en el gobierno de profesionales del descontrol que ahora, cuando las cosas se hacen bien, demuestran desde la oposición su frustración negándose a participar en los actos de promoción de Almería a través del cine o censurando que se invite a grandes estrellas. Se empeñan en ser siempre los malos de la película. Y se equivocan.