Carboneras ante las próximas municipales

Escribo estas letras cuando se va acercando el momento de las próximas elecciones municipales. Durante los tres años y cuatro meses que llevamos padeciendo el gobierno de PP y Gicar, en Carboneras hemos pasado de la ironía a la insolencia, por parte de unos gobernantes que no deberían hacer otra cosa que pedir perdón a los vecinos que creyeron en ellos y los votaron, por haberlos defraudado.

¡Basta ya! Ha llegado la hora de reivindicar nuestros derechos y de que nuestros vecinos recuperen la dignidad que les han arrebatado. A estas alturas, nuestros gobernantes en el Ayuntamiento posiblemente estén muy acongojados, conscientes de que en este tiempo sólo han demostrado apatía, dejadez, inexperiencia e incompetencia, y han dejado claro que no son capaces de ejercer sus responsabilidades como representantes públicos.
En este tiempo, el día a día en los despachos de nuestro Ayuntamiento ha estado lleno de engaños, de promesas falsas que se quedaban en el aire, de alocuciones vacías y hasta de expresiones inadecuadas con las que se ha herido el sentir de algunos vecinos.

Personalmente, sin duda prefiero estar gobernado por personas transparentes, afables y que quieran trabajar por Carboneras y sus vecinos. Y creo que los que pueden cambiar el destino de nuestro pueblo son los mismos que han luchado y peleado, desde la oposición, con las trabas de toda clase que les han puesto los gobernantes de PP y Gicar.

Carboneras tiene ya un candidato a la Alcaldía por el PSOE, José Luis Amérigo Fernández, que ha sido apoyado y respaldado por el 92,08 % de los avales de casi 160 militantes. Creo que el futuro de nuestro pueblo pasa por él y no penséis, vecinos de Carboneras, que me invade un optimismo ingenuo. Todo lo que digo nace de los comentarios que percibo y de los hechos que se están sucediendo en nuestro pueblo.
Estoy convencido de que nuestro pueblo seguirá adelante y el Partido Socialista seguirá luchando para que Carboneras sobrepase este presente y lo convierta en un futuro lleno de esperanza.