Pedro de Tena Alfonso | Lunes 23 de marzo de 2015
Gran ganador de las elecciones, Ciudadanos, sobre todo, Albert Rivera, que pasa de la nada al arbitraje político en Andalucía, de Cataluña al resto de España y por la puerta grande. Su función arbitral le permitiría gobernar con Susana Díaz, pero deberá medir sus consecuencias nacionales.
Susana Diaz ha resistido frente a Podemos, gracias al hundimiento del PP. El PSOE pierde 120.000 votos respecto a Griñán, tiene el peor porcentaje de votos de la historia desde 1982, un 35%, y obtiene el segundo peor resultado de la historia del PSOE andaluz, que fue en 1994 con 45 escaños que obtuvo Chaves. Su estrella ha estado a punto de estrellarse y sólo la puede salvar con gaarantías Ciudadanos. No está en condiciones ya de disputar a Pedro Sánchez nada de nada salvo que en las municipales y autonómicas de mayo el PSOE se hunda más en España que en Andalucía. De todos modos, mantiene la llave de la caja fuerte, la llave de miles de nombramientos y control de las finanzas generales. Su problema es que no podrá impedir algunas iniciativas comunes de la oposición como comisiones de investigación, reprobaciones, elección de la presidencia de la Cámara, de Defensor del Pueblo,etc...
El desastre ha sido para un PP que ha perdido más de 500.000 votos, 14 puntos y 17 escaños. Si se suman los 400.000 que perdió en los primeros meses de 2012, en sólo cuatro años ha perdido casi un millón de votos. Vuelve a la época de antes de la refundación de Aznar. Y lo que es peor de seguir esta línea, perderá las ocho capitales, todas las diputaciones e importantes municipios andaluces. Por si fuera poco, tendrá la responsabilidad, junto con Podemos, de abstenerse en la investidura para que Susana Díaz pueda gobernar. Y para rematar, es que Rajoy ha sido pieza clave de la campaña, habrá que interpretar si para bien o para mal, y que ha sido el gran perjudicado.
Podemos reduce sus expectativas de 22 a 15, pero irrumpe en el parlamento andaluz con grupo propio. Incierto destino el de Teresa Rodríguez que no ha logrado "barrer" como anunció. Tiene la papeleta pendiente de dejar gobernar o no a Susana Díaz
Izquierda Unida ha pagado cara la anticipación de las elecciones. Pierde 7 escaños, más de la mitad de los 12 que tení a y ve cómo le vuelan 150.000 votos, casi un 40 por ciento.
UPy D se ha hundido, pierde 50.000 votos y el PA casi desaparece perdiendo otros 36.000 votos.
Si Susana Díaz convocó anticipadamente las elecciones para evitar la inestabilidad, ahora tiene un trago y dos buches en plena recuperación económica que corre los riesgos de no aprovecharse en Andalucía.
Paara quienes quieren un pacto PSOE-PP, hay que tener en cuenta que el bipartidismo ha perdido 500.000 votos en Andalucía, pasando de 3 millones más o menos a 2,5 más o menos.
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