Rafael M. Martos | Martes 05 de mayo de 2015
"Tal vez sea necesario recordar que para que pueda haber oposición, es imprescindible, como condición previa, que haya Gobierno. Quien quiera ejercer la oposición, ha de tener claro que para cumplir con tal cometido debe permitir que haya un gobierno. De lo contrario, ni unos ni otros podremos dar cumplimiento al mandato de los ciudadanos y sobre todo haríamos un flaco favor a nuestra tierra."
Esas palabras de la presidenta en funciones del Gobierno andaluz, Susana Díaz, dejan negro sobre blanco una amenaza poco velada sobre las nóminas de los muchos parlamentarios que por primera vez ocupan en escaño. Susana Díaz les dice a las claras que, si yo no soy investida presidenta, disuelvo la Cámara y convoco elecciones... y ya veremos si sois los mismos los que os sentais aquí.
Y es que Susana Díaz vuelve a trampear con las formas de la democracia, por que lo primero que hay que hacer para formar gobierno es ganar la confianza del Parlamento, obtener el apoyo mayoritario de sus señorías, que es algo que aún tiene que lograr... pero logrará aunque sea in extremis.
Todos los diputados de Podemos, más todos los de Ciudadanos, son nuevos en la Cámara, ninguno de ellos se había tropezado antes con la bicoca de un sueldo mensual que rondará los 5.000 euros (excepto Teresa Rodríguez). ¿Cuantos de ellos estarían dispuestos a aceptar el embite de que Susana Díaz convocara unas nuevas elecciones autonómicas? ¿No tendrán miedo las almerienses Lucía Ayala y Marta Bosquet?
Si Susana Díaz no es presidenta... vosotros... ya veremos qué sois.
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