¿Será verdad? ¿será ésta la última promesa? ¿cumplirán esta vez los Estados Unidos con el compromiso contraído con el Estado español de solventar de modo definitivo el problema que ellos y sólo ellos crearon hace medio siglo, cuando a dos de sus aviones se les cayeron cuatro bombas termonucleares sobre suelo y aguas de Palomares?
Me dice el exalcalde y exsenador, y hoy diputado en el Congreso y concejal de la oposición en Cuevas, Jesús Caicedo, que sí, que esta vez sí.
Pues no sé yo. En el documento firmado por Kerry y Margallo no se dan fechas de ningún tipo, tampoco se apunta la financiación más allá de la que sea responsabilidad de cada cual… pero no se concreta, tampoco se establece procedimientos… todo es cúmulo de buenismo, de concordia, de comprensión, de colaboración, de… diplomacia.
Para empezar, aquí, en Andalucía, tenemos un principio que se resume en que “quien rompe, paga, y se lleva los tiestos”. De momento, aquí, el propietario de las dos aeronaves accidentadas era Estados Unidos, el propietario de las bombas era Estados Unidos, quien se comprometió a restaurar las condiciones de la zona era Estados Unidos… asi que no parece que el Estado español tenga mucha responsabilidad en dar solución a este asunto, más allá de exigirle a los norteamericanos que cumplan.
Y ahí viene la duda. En diciembre de 2012, en Noticias de Almería nos hacíamos eco de unos cables desvelados por Wikileaks sobre este asunto, y en ellos se recoge que los Estados Unidos dan escaso valor al documento firmado en 1969 por el que accedían a costear la recuperación de la zona afectada. Arnold Chacon, ex encargado de negocios y embajador interino entre enero de 2009 y enero de 2010 señala en un comunicado secreto que "La Embajada no conoce ningún documento que indique que el Gobierno de EE UU se haya comprometido a financiar la limpieza", y más adelante informa que "hay una referencia en un documento de poco valor de 1969" que atribuye al general Wilson que estuvo al mando de la respuesta inicial al accidente" y que según el cable aseguró que "el Gobierno de EE UU sufragaría todos los gastos causados por el accidente, pero el contrato no explica qué cubre esta garantía".
En esos mismos correos internos enviados desde la embajada en España a la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, se le dice que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pide colaboración en la limpieza de Palomares "para ayudar desde el punto de vista de la opinión pública española” y añade que se “temió que se volviera en contra de EE UU si se divulgaran los resultados de un reciente estudio sobre la contaminación". Y en esas estamos.
Desde que Franco dejó vendió su patria a los estadounidenses a cambio de perpetuarse en el poder, sin importarle que sobre ella pasaran aviones con armamento nuclear, tanto los gobiernos socialistas como los del PP, han hecho lo posible por resolver un problema que no crearon ellos, y que a estas alturas, los norteamericanos ni han pagado ni se han llevado los tiestos.