Le veo veo beber en El Cañillo de Puerta Purchena, subir a la Atalaya de Níjar, recorrer Roquetas… y es que Julio Rodríguez parece más un turista mochila al hombro, que un candidato a diputado en las próximas elecciones generales. Le acompañan como guía la embarazadísima Lucía Ayala, parlamentaria de Podemos, y los dos siguientes de la candidatura, de Izquierda Unida y de Equo. Nadie más.
El candidato marcha con paso marcial subiendo cuestas y bajando calles, pero más solo que la luna. Basta echar un vistazo por Twitter para comprobar que en Izquierda Unida pasan de él. Nadie mínimamente representativo de esta formación le está acompañando más allá de la designada como número dos, y ni tan siquiera están haciendo campaña por él. Ni en la pegada de carteles ni en sus rutas turísticas, y a lo más que han llegado es a aceptar que recibirle los grupos municipales de Roquetas y Níjar ¿lo hará el del Ayuntamiento de Almería?
La red está inundada de fotos de miembros de IU pegando carteles de Alberto Garzón, y es difícil encontrar alguna de la coalición, la confluencia, el colectivo, el grupo, la marea, la peña o la basca. Cada cual va a lo suyo, y en IU han dejado claro que lo suyo es el mono Amedio antes que “un hombre de la guerra”, y que el encuentro en Madrid entre el candidato y la almeriense Rosalía Martín sólo fue para ordenarle a ella silencio. Ella ha cumplido, y no abre la boca, no aparece, no se asoma, no dice nada… y mira que es difícil callarla… que ni Juan Enciso pudo con ella.
Mira que le habrá costado a Rosalía Martín que sea su pueblo, El Ejido, el que acogiera el hasta ahora principal acto de Unidos Podemos. Pero ella, disciplinada, siendo la coordinadora provincial de Izquierda Unida, ni tan siquiera estaba en un lugar visible o vistoso. Por supuesto, nada de bandera comunistas ni republicanas, que Podemos -tan democráticos ellos- se las han prohibido a IU en los actos comunes... no vaya a ser que la gente piense que en esta coalición hay comunistas y republicanos, no... que son ahora socialdemócratas con corbata y sonrisa.
Escucho a Marea cantar eso de que “se besan como besan/ aquellos que saben/ que no saben besar” y pienso que tal vez al general metido a político –que miedo eso de que la política es algo demasiado importante para dejarla en manos de políticos- podría inspirarse para seguir con sus tuit mañaneros, cargados de filosofía ambigua.