Cuando Paco Granero era alcalde de Albox por el Partido Popular, los titulares en la prensa insistían día sí y día también, en los miles de viviendas ilegales que habían en el municipio, como si en el resto de pueblos de la comarca no ocurriera lo mismo, siendo la única diferencia que en ellos gobernaba el PSOE.
Llegó la promesa de indultar todas aquellas construcciones ilegales, y ha pasado tal vez más de una década y nada ha cambiado... o bueno, sí, una cosa sí ha cambiado: la alcaldía la fue a manos del PSOE.
¿Y qué hizo entonces el PSOE? Su alcalde, José García, se gastaba más de mil euros al mes con la tarjeta de crédito del Ayuntamiento, se pagaba con ella desde chuches de unos pocos euros hasta generosas comidas, por no entrar en más detalles que seguramente recordarán, y que si no es así les invito a rebuscar en noticiasdealmeria.com.
¿Qué más pasó? Pues que el teléfono de la sede del PSOE de Albox lo pagaba el Ayuntamiento con dinero de todos los ciudadanos.
¿Y qué más? Pasó que aquel alcalde tuvo que dimitir por la presión del ambicioso Rogelio Mena, que entonces era diputado provincial y secretario de Ideas del PSOE-A.
Lo primero que hizo Mena fue quedarse de diputado y renunciar a su dedicación exclusiva para poder cobrar la nómina del maltrecho ayuntamiento albojense, al tiempo que eso lo compatibilizaba con las indemnizaciones por asistencia a plenos y comisiones informativas en la Diputación, aumentando así sus ingresos mensuales. Por si fuera poco y como ya publicamos, pasó kilometraje a la institución provincial cuando en realidad acudía en el vehículo que le paga el Ayuntamiento, y para redondear la historia, además quiso cobrar por asistencia a eventos a los que no acudió. De hecho, la mitad de todo el dinero que pidió el grupo socialista provincial por estos conceptos, correspondía al diputado Mena.
Recordemos los viajes de Mena a Madrid y Sevilla a costa del Ayuntamiento sin dar a día de hoy explicaciones -no convincentes ni no convincentes, ninguna, cero-, más allá que la casual coincidencia de que en uno de ellos en realidad acudía a un acto de la UGT, y en el resto... basta recordar como exhibía en las redes sociales su relación algo más que profesional con la abogada madrileña que contrató para el el Ayuntamiento y que por cierto, tan escasos éxitos logró.
Mena ha sido inhabilitado en sentencia firme por negar información al PP sobre un expediente de adjudicación y pago de obras que ahora se ha certificado como inexistente, y le ha sustituidos una alcaldesa, Sonia Cerdán, que lo ha hecho de modo ilegal según sentencia del TSJA.
Y si Cerdán ha incurrido en una ilegalidad lo ha sido por otra maniobra de Mena, a quien el PSOE le pidio no tomar el acta por estar ya condenando, pero él se empeñó en hacerlo creando un presunto partido llamado Socialistas de Albox. La alcaldesa quiso acceder al cargo como miembro del PSOE, cuando ella en realidad de lo que forma parte era del grupo mixto.
Faltan muchos detalles en este breve resumen de despropósitos -como lo relativo al punto limpio, o la adjudicación y pago de las obras del expediente misterioso que benefició a un socialista- pero es suficiente para comprobar el devenir de esta pandilla.
El silencio del PSOE provincial, de José Luis Sánchez Teruel como secretario general, es clamoroso en este asunto. Y en otros.