Pedro Ignacio Altamirano | Jueves 09 de marzo de 2017
El movimiento de la Asamblea Nacional Andaluza (ANA) en Catalunya manifestando su decisión, no sólo de apoyar a los nacionalistas catalanes, sino también de trasladar las preocupaciones del nacionalismo andaluz, ha llegado a un entente muy cordial que huele a posible alianza entre futuras repúblicas.
Gracias al apoyo de la ANA y Partido Nacionalista Andaluces Somos Andaluces y con la colaboración de un grupo parlamentario catalán, el Parlamento de Catalunya presentará una moción en defensa de las Dehesas y del Parque Natual de Doñana, gesto con el que se pretende que una institución con propia decisión y cargo electos, dé apoyo a una reivindicación andaluza, y haga un llamamiento a la conservación ecológica de ambos espacios que comportaría la recuperación de los sectores -corcho y jamón, en el caso de la Dehesa- que dependen del buen hacer medioambiental de las políticas andaluzas.
Pero no es sólo eso: esa es una inestimable colaboración entre PNA y Parlamento catalán que dará sus frutos pero lo importante es el clima de empatía con el que Asamblea Nacional Andaluza es bien acogida e integrada en la cotidianedad de nuestros vecinos catalanes. Es una sintonía de apoyo mutuo desde la presidenta del Parlamento catalán hasta la última de las asociaciones catalanas.
Catalunya ha recibido a brazos abiertos las propuestas andaluzas sobre el camino hacia la República Andaluza, respeta y comparte la voluntad de construir un Estado propio a partir de una nación. No sólo el parlamento -hemiciclo incluído- ha sido visitado por Asamblea Nacional Andaluza, sino también la decana de las asociaciones culturales catalanas -Òmnium Cultural-, quien ha trazado estrategias conjuntas catalano-andaluzas con Asamblea Nacional Andaluza, cosa que aún esperan hacer con las inertes Casas de Andalucía porque la cultura no es política pero sí la política debe encargarse de potenciar la cultura de una nación y no reducirla a conciertos de folkclore rancios que sólo atraen a los cuatro subvencionados por la Junta.
La Asamblea Nacional Andaluza ha abierto la puerta a la promoción de la cultura andaluza, a su identidad y a su intercambio con otras naciones. Eso es moverse, el resto sería condenarse al silencio eterno de Andalucía que ni PP ni PSOE van a conseguir prolongar más. Andalucía despierta y se pone en pie, lo recoge hasta la prensa catalana.
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