La intención del alcalde de Almería de arrancar los árboles que dan sombra a los viandantes en la Plaza Vieja constituye un ejemplo de hasta qué punto en su Ayuntamiento los intereses generales cayeron en el olvido, en beneficio de otros, cuyo origen desconocemos, pero que en nada tienen que ver con lo que de verdad importa: hacer de Almería una ciudad más habitable.
Va contra toda lógica que en la capital de la provincia con más horas de sol de Europa, el partido que gobierna su Ayuntamiento se haya empeñado en acabar con las pocas zonas de sombra natural con las que contamos. Debería ser al contrario, el PP tendría que poner como objetivo número uno de su acción de gobierno la ampliación de las zonas verdes de la ciudad, especialmente las de arbolado, para que nuestros barrios ganaran en calidad de vida.
Y en cambio, los árboles se arrancan y se sustituyen por macetas, y para dar sombra se aumenta el número de terrazas y se plantan sombrillas publicitarias. No nos engañemos, ese es el concepto de ciudad amable del PP, como nos vienen demostrando desde que gobiernan hace ya casi 15 años.
Pero este nuevo capricho del alcalde, con el apoyo sonrojante de Ciudadanos, va un poco más allá y constituye un verdadero atropello, pues atenta, no sólo contra la vegetación -elemento a preservar indiscutiblemente-, sino también contra el concepto de plaza y el uso de los espacios públicos que tenemos en una ciudad mediterránea como la nuestra. No queremos una Plaza Mayor, al estilo de las que existen en otras provincias de clima frío, donde el sol es un recurso preciado, sino una Plaza Vieja llena de mayores y niños jugando bajo los árboles en las calurosas tardes del verano.
Los socialistas no vamos a ser espectadores de esta cacicada y por eso vamos a hacer frente al ordeno y mando del PP con las herramientas que nos proporciona el Estado de Derecho. Así, hemos anunciado ya una enmienda a la aprobación de esa modificación en el PGOU del pasado Pleno del Ayuntamiento que permitirá semejante tropelía y, si con ello no fuera suficiente, elevaremos el clamor de la ciudadanía almeriense hasta el Defensor del Pueblo, para lo cual estamos ya elaborando el pertinente escrito.
Ambas iniciativas obedecen a razones completamente objetivas. Por un lado, entendemos que el expediente de modificación del PGOU está incompleto, al carecer de un informe de la unidad de Parques y Jardines, como establecen las normas urbanísticas de esta ciudad, de las que nosotros mismos nos hemos dotado y que, por supuesto, son de obligado cumplimiento para el Ayuntamiento. Además, según el PGOU, el arbolado debe protegerse en Almería, tanto si está catalogado como si no, y sólo se autorizará el arrancado de aquellos árboles que por causas de fuerza mayor sea preciso hacerlo. Pensemos en árboles que levantan aceras, que bloquean accesos o cuyas raíces destrozan las tuberías subterráneas.
Pero es que también en el PGOU se cataloga la Plaza Vieja como un espacio cuyo uso debe ser para la estancia de personas y en el que deben predominar el arbolado y las flores. De hecho, en el plan urbanístico se determina que cuando se utilice con otros fines, estos no deben afectar más allá del 10% de su superficie. ¿Y esto, qué significa? Pues que se podría utilizar para conciertos u otro tipo de eventos, claro que sí, pero siempre que se protejan los árboles y la denominación de espacio libre del Casco Histórico.
Sabemos que los mandatarios populares andan más preocupados en buscar la excusa que en dar con la solución, pero ellos mismos saben que sus argumentos carecen de consistencia, pues lo único que ha habido antes de este tremendo atentado que pretende cometer el PP han sido anteproyectos sobre un papel que nunca llegaron a ser aprobados por nadie.
A nuestro juicio, también es de interés destacar que otra de las excusas esgrimidas por el alcalde para justificar lo injustificable es de ridículo peso, pues afirmar que la plaza debe ser desprovista de su arbolado porque antes del siglo XX no lo tenía es como negar los avances de la ciencia en base a que antes no existían. Por eso no entendemos que el equipo de gobierno del PP se enroque en su Preventorio y pretenda ir contra el interés general de los ciudadanos, introduciendo en el PGOU cambios que no son justificables por el mero capricho de este alcalde. Defenderemos el arbolado de la Plaza Vieja, pues nos ampara no sólo la legalidad para impedirlo sino la fuerza del sentido común de miles de almerienses sensatamente opuestos a este proyecto.