Aun a riesgo de que los más viejos del lugar me contesten “lo de siempre, hombre, lo de siempre y con los de siempre”, no me resisto a preguntar “¿qué le pasa al PSOE de la capital almeriense?” sin que la misma tenga carácter retórico. Sí, me gustaría que alguien me lo explicara (aunque me resultara tan poco convincente como las bondades de convertir la Plaza de la Constitución en un solar).
Si tenemos en cuenta que hace solo unos meses, en la Agrupación Socialista de la capital se midieron las fuerzas para la elección de secretario general, y ganó el “pedrista” Fernando Martínez, al “susanista” Juan Carlos Pérez Navas, no se entiende qué necesidad había de promover una afiliación masiva de cara a unas nuevas primarias que ahora servirían para nombrar candidato a la Alcaldía. Si de entrada, la mayoría iba a estar con Adriana Valverde ¿qué necesidad había de crear una situación como la que estamos observando?
A partir de ese hecho surgen numerosas preguntas, pero nadie quiere responder. Y esto tampoco es retórico, ya que cuando no te cogen el teléfono sistemáticamente, y cuando lo hacen es para emplazarte a una devolución de llamada que no se produce, la única explicación posible que no quieren contestar.
No se entiende que se abra un proceso de primarias sin que los candidatos tengan el censo, porque el número de avales necesarios depende directamente del número de militantes que haya, por lo que es una irregularidad manifiesta. No saber si necesitas, 50 o 100, y si aquellos que te han firmado son o no realmente afiliados, es colocar a los candidatos en una situación kafkiana, sobre todo al candidato que no forma parte de la Ejecutiva local.
Pero que además, que al menos el 50% de las nuevas altas hayan sido echadas para atrás por el PSOE Federal debía animar a que alguien asumiera responsabilidades. ¿Pero cómo es posible que la mitad de las nuevas afiliaciones fueran incorrectas por unas u otras razones, y los encargados en Almería de supervisarlas y tramitarlas a Madrid, no hayan respondido con sus cargos? Y por supuesto ¿qué garantías hay de que en la mitad que quedan no hay también irregularidades? Sobre todo si tenemos en cuenta que en la Agrupación de la capital la controlan los “pedristas” y el PSOE Federal también, y que incluso en su Ejecutiva está el secretario general local.
Cabe preguntarse si una inspección de las afiliaciones realizada por el “aparato susanista” habría detectado más elementos “extraños”.
El argumento de que algunas de éstas han sido rechazadas por no tener correctos los datos bancarios no es justificativo, ya que sin ellos es imposible saber si se ha abonado la cuota, y sin este requisito no se puede votar. Pero es más, es que no tiene mucho sentido que te afilies a un partido o sindicato, o asociación, y des mal el número de cuenta bancaria por el que te pasarán los recibos… a no ser que se hayan inventado tu afiliación, o te hayas sentido presionado para afiliarte y has dado tus datos mal adrede para salir del paso.
Es como la inclusión de apoderados e interventores electorales del PP, conocidos porque los socialistas coinciden con ellos elección tras elección, y que ahora aparecían como nuevos militantes del PSOE, como algunos que posan en las redes sociales con claros elementos parafascistas, y de repente piden el alta en el partido del Pablo Iglesias auténtico. ¿Pero cómo es que nadie se dio cuenta? Si no lo hicieron malo, y si lo hicieron peor, pero si fue algo organizado y premeditado... el calificativo hasta tendría que ponerlo un juez.
Un hecho que colma el vaso de la incredulidad, es el de que Fernando Martínez rechace convocar una asamblea extraordinaria solicitada por 361 militantes por escrito, hasta que no se confirme la autenticidad de las firmas, cuando él mismo, como secretario general, ha dado el visto bueno a unas 200 afiliaciones no contrastadas.
Y es que debería plantearse si algo no está funcionando bien, cuando hay más socialistas que piden explicaciones que los que votaron a favor de Pérez Navas en las primarias que él ganó. En todo caso ¿de verdad que alguien puede ser un líder cuando se niega a dar explicaciones que le pide un número importante –dejemos esos 361 en 100- de militantes?
El colmo es que se revuelvan contra la prensa por publicar “filtraciones” en vez de alegrarse de que haya “transparencia” en el proceso. La clave como siempre es saber si lo publicado es cierto o no, y lo publicado es verdad. Pues ya está.
Amañar unas primarias no es el camino para ganar al PP, porque lo único que consiguen es desafección de sus propios militantes, y desde luego, que no se acerque nadie a una organización que monta estos líos para elegir candidato. Y es que queda demostrado que para un sector del PSOE, lo importante no es ganar al PP en las municipales, sino ganarle al otro sector del PSOE.