El próximo jueves, 27 de septiembre, se iniciarán los trabajos para la construcción del nuevo digestor primario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que, con una inversión de 1.604.414,90 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, vendrá a sustituir el segundo de los digestores que precisa la planta para la depuración de aguas.
Así lo ha confirmado hoy el concejal de Servicios Municipales, Juan José Alonso, explicando la “necesidad” de su construcción, tras veinticinco años de funcionamiento, de forma que se “pueda seguir cumpliendo con los parámetros exigidos por la Junta de Andalucía respecto a la depuración de aguas residuales”.
“La construcción de este nuevo digestor de fangos en las estación depuradora de aguas residuales de El Bobar es una muy buena noticia, muy esperada por vecinos, especialmente de Nueva Almería, trabajadores de la EDAE, agricultores y la ciudad en general, porque garantizamos el funcionamiento de la planta y solventamos un riesgo más que evidente”, ha explicado Alonso.
Se une este digestor al construido el año pasado, también con carácter de emergencia, tras advertirse “fisuras y grietas en su cúpula, que le hicieron perder estanqueidad al fango y al gas, con los riesgos que ellos comportaba”, ha recordado Alonso, una inversión entonces 1,9 millones de euros que hoy permite su utilización en su necesaria función en la depuración de aguas.
Según ha explicado el responsable del Área de Servicios Municipales, a principios de año, sobre el digestor de fangos primarios A, el segundo que quedaba anticuado, “empezaron a advertirse igualmente fisuras y grietas en su cúpula, originándose vertidos de fango y emisiones de gases a la atmósfera, situación agravada a raíz de un informe técnico, el pasado mes de julio, alertando de la necesidad de una intervención sobre la estructura del mismo y planteándose la construcción de un nuevo digestor con un volumen similar que sustituyera al ahora deteriorado”.
Una situación que obligó a la Junta de Gobierno Local a dictaminar, el pasado 17 de agosto, medidas paliativas sobre el digestor, consistentes en la construcción de un zuncho de fibra de vidrio alrededor de todo el perímetro, agujeros en la base de las placas exteriores para evitar posibles acumulaciones y testigos que informen de futuros movimientos, medidas adoptadas a las que se sumó el encargo, por vía de urgencia, de la redacción del proyecto y construcción de un digestor de fangos de 4.100 m3 por parte de la concesionaria del servicio municipal de agua, Aqualia.
Alonso ha insistido en su necesidad, “ya que la planta no puede funcionar con un solo digestor, algo que comporta además un riesgo medioambiental evidente”. Junto a ello, esta actuación viene además a solventar “los problemas de olores que sufren especialmente los vecinos de Nueva Almería y garantizamos la integridad de los trabajadores de la EDAR, ante el peligro que supone la explosión de gases inflamables o el derrumbe de la estructura de hormigón ante su actual estado”, ha explicado el edil.
Además, el Ayuntamiento quiere evitar con ello “sanciones de la Junta si la planta no funciona correctamente, cumpliendo con ello los parámetros de vertidos”, y garantizar “el regadío de miles de hectáreas de invernadero dado que la Junta de Andalucía ha otorgado recientemente la concesión de las aguas depuradas del Bobar a la Junta Central de Usuarios, compuesta principalmente por Cuatro Vegas y el Sindicato de Riego”.
Considera Juanjo Alonso que además “evitamos poner el riesgo la campaña turística de verano por posibles vertidos incontrolados”, ratificando con esta actuación “el compromiso del Equipo de Gobierno con el medio ambiente y la sostenibilidad, con una obra sumamente importante que no admite demora”.