La cadena de tiendas de bricolaje Brico Depôt a la que pertenece la ubicada en Vícar, ha anunciado que va a cerrar, pero no solo afectará al establecimiento almeriense, ya que la decisión forma parte de una estrategia mayor, que supone abandonará España, Portugal y Rusia, según ha publicado la agencia Reuter.
El idea del grupo británico Kingfisher es centrarse en los países donde tiene una cuota de mercado relevante, con el fin de lograr una posición de liderazgo.
Si en España la marca es Brico Depôt, como en Francia, también usa allí la marca Castorama, mientras que en Reino Unido son las marcas B&Q y Screwfix.
La consejera delegada del grupo, Véronique Laury, justificó la decisión en el compromiso del grupo "con el plan de crear un negocio fuerte a largo plazo".
"Esto nos permitirá aplicar nuestra estrategia con mayor enfoque y eficacia en nuestros mercados principales, donde contamos o podemos alcanzar una posición de liderazgo", ha señalado la ejecutiva.
Brico Dêpot está presente en el mercado español desde 2003, cuando abrió su primer establecimiento. Ahora cuenta con un total de 27 (y cuatro en Portugal) y más de 1.700 trabajadores entre las tiendas de ambos países. En España la cadena competía con otras con fuerte implantación como Leroy Merlín, Bricor, Bricomart o AKI.
En su último ejercicio fiscal, Brico Depôt España logró un beneficio operativo de un poco más de dos millones de euros. El negocio de la compañía en la Península Ibérica mejoró un 0,9% entre agosto y octubre, hasta 87 millones de libras (98 millones de euros).