El rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez va a cumplir su primer mandato y se presentará a la reelección, pero esto no es novedad, como tampoco lo sería que volviera a resultar elegido, porque eso es lo que ha ocurrido con sus antecesores en situación similar. El hecho es que Rodríguez comenta que no ve “ambiente” o tensión electoral como sí ocurriera cuando él se presentó y ganó, ahora “la comunidad universitaria ha cambiado, ha cambiado para bien, y el clima de trabajo es positivo”.
“Este es un año de elecciones –señala- y eso lo hace especial, pero voy a poner todo de mi parte para que no afecten al funcionamiento académico, y por supuesto, que el debate que haya sea con respeto, y no suponga ninguna crispación ni politización”.
El rector reconoce que hace un balance “muy positivo” porque han sido “tres años muy intensos, en los que hemos puesto en marcha infinidad iniciativas y proyectos”, y recuerda que “cada curso académico nosotros anticipamos –y además lo ponemos a conocimiento de la comunitaria universitaria- un plan de acción de aproximadamente entre 250 y 300 acciones que vamos desarrollando cada año, pues bien, el porcentaje de cumplimiento es de un 90%”. Añade que siempre se da cuenta de qué se ha hecho y de qué no, y los motivos por lo que se ha quedado sin ejecutar “que normalmente son causas ajenas a nuestra voluntad”.
Satisfacción le produce ver la aprobación de los nuevos Estatutos “por unanimidad, y es que hasta las enmiendas fueron consensuadas, y eso da muestra de una comunidad universitaria sólida, unida, y que no hay un rechazo de la gestión que se está haciendo”. Éstos se encuentran ahora en el Consejo Consultivo y no tienen ninguna salvedad por parte de la Junta de Andalucía, confirma el rector.
Respecto a la situación económica, asegura que “es saneada, la gente se da cuenta de que el dinero que nos llega, lo revertimos en la propia Universidad”. Eso no quiere decir que la Junta de Andalucía –la principal financiadora- esté cumpliendo con sus compromisos de modo estricto, pero al rector no le preocupa en demasía, ya que “no tenemos prisa en que nos paguen la deuda”. Recuerda que cuando tomó posesión, él y otros rectores andaluces exigieron el pago, y la Junta “hizo un esfuerzo y empezó a pagar, y recuperamos casi ocho millones de los que nos debía, pero nos llegaron a final de año, y pasaron a ser superávit, pero como por la Ley de Estabilidad Presupuestaria no podemos reinvertirlo, sino que pasa a ser remanente no afectado de la Universidad, no lo podemos utilizar, por lo que tampoco nos sirve de nada”. Añade que “si la Junta nos ingresara los 22 millones que tiene pendientes, no los podríamos utilizar, por eso no tenemos prisa, por eso nuestro interés es que las cantidades que nos tiene que transferir, lleguen mensualmente y no se acumule más deuda, y eso se está haciendo”.
Uno de los temas recurrentes al hablar de la Universidad en Almería es la Facultad de Medicina, que comenzó a pedirse ya hace una década, contando incluso con fecha para su puesta en marcha, que sería en 2011. De todo aquello no hay nada, y el rector apunta a que “más que facultad habría que hablar de estudios de medicina”, que está “preautorizado por Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía desde 2010, pero a raíz de la crisis, se quedaron parados todos los títulos que estaban en esa situación, pero cuando ha pasado ese momento, todos los rectores hemos reclamado los títulos que teníamos pendientes”. En el caso de Almería está el de Medicina y el Comunicación Social, pero el requisito de que para poner un nuevo grado haya que suprimir otro para evitar incremento de personal “es muy difícil”.
La aspiración del rector es que el título almeriense esté al nivel de Granada, “que sea sólido y esté impartido con garantías” por lo que cree que la titulación será posible “dentro de unos cuantos años” pero no aventura ninguna fecha, y mucho menos para que sea una realidad la Facultad propia como tal, que sería posterior, yendo en principio a la de Ciencias de la Salud.
Y si este tema es actualidad cada cierto tiempo, también resulta serlo el ubicar en el centro de la capital almeriense “algo” relacionado con la Universidad, como forma de dinamizarlo. El rector está plenamente convencido de que eso es positivo pero “es difícil de resolver”.
A medida que aborda este asunto va dando algunas pistas. Señala que le parece “muy importante que la Universidad tenga en el centro un edificio emblemático, de representación, no solo como representación institucional como una subsede del Rectorado, sino que pueda abarcar una tienda de merchandaising, donde se puedan realizar actividades culturales, y como forma de conectar la Universidad con la sociedad, y para que en Almería se palpara aún más el ambiente universitario”.
El problema es que “no puede ser cualquier edificio, tiene que ser emblemático y en el centro de Almería, y eso es lo que hace que el proceso sea más difícil, pero no he parado en estos tres años de analizar distintas alternativas, puedo decir que todas las instituciones públicas están por colaborar, y veo luz al final del camino, hay una posibilidad, pero no quiero hablar para que la gente no tenga falsas expectativas, como pasó en su momento con el Hospital, con el Cuartel… pero te puedo decir que soy optimista y que se va a conseguir”.
Aunque el edificio ya está definido, como no quiere avanzar más detalles, le preguntamos por plazos, y afirma que antes de que acabe su mandato estará todo dispuesto. Y eso es menos de un año.
Uno de los cambios más significativos entre el estudiantado en estos años, según explica el máximo responsable de la UAL, es la llegada de las nuevas tecnologías –“para todo tenemos ya una app”- pero si bien eso podría ser algo generalizado y común a otras comunidades universitarias, para el rector es especialmente positiva “la percepción que tienen de la propia Universidad de Almería, ahora la eligen cuando ven que tiene la titulación que quieren, mientras que antes parece que preferían irse a otra, ahora te aseguro que la escogen y están muy satisfechos”. Además, un millar de estudiantes extranjeros también prefieren acudir a la UAL dentro de distintos programas de movilidad.
El rector considera que es “pronto” para valorar los efectos de la medida adoptada por el Gobierno andaluz de bonificar las matrículas de los universitarios mejora las notas o aumenta el número de estudiantes, pero destaca que es una “oportunidad” para quienes tienen pocos ingresos, además de ser “atractivo” para quienes, por distancia, podrían elegir otras universidades, como la de Murcia.
Rodríguez también ha abierto los presupuestos a la participación universitaria, y este año será el primero en el que los alumnos puedan decidir el destino del 10% del 6% en que se ha incrementado el dinero previsto. Aún está en marcha el proceso, por lo que no hay datos concretos del destino, pero el rector es consciente de todo lo que hay por hacer en materia de infraestructuras, y de que no todo son nuevos edificios, poniendo como ejemplo la reparación de cubiertas, ampliación de Ciencias de la Salud para albergar el decanato de Psicología. Aún así destaca el que será edificio departamental para Económicas, que permitirá mejorar los problemas de espacio en Educación y reducir la dispersión, todo lo cual deberá estar listo en año y medio.
Otro objetivo que tiene pendiente el rector es la construcción de un museo de Ciencias Naturales, porque “quizá no todo el mundo conozca que tenemos unas excelentes colecciones en nuestro centro de investigación, que se ha quedado pequeño”. Esto es un atractivo para las visitas de escolares, y por todo eso cree que sería oportuno tenerlo en un pabellón propio “y condiciones más óptimas”.
La Universidad de Almería no deja de crecer, y si el incremento de estudiantes es la clave, y las titulaciones también, no lo es menos el espacio físico, y Rodríguez confirma que ya ha hablado con el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería, Miguel Ángel Castellón para transmitirle “que necesitamos más terreno”, en los que se emplearía esos remanentes económicos que mencionaba con anterioridad.