Los agricultores están optando por arrojar cientos de kilos de pepinos al verderero en protesta por los bajos precios ocasionados por la superproducción, así como por los problemas en el transporte hacia los mercados europeos, que se ha complicado tanto por los cortes de tráfico en Francia y puntualmente en Cataluña está propiciando esta crisis de precios. Esto está retrasando la llegada del producto a Europa unos cuatro días, por lo que un 30% de la producción se está echando a perder en cámaras frigoríficas.
Se trata de pepinos de calidad y ecológicos, hasta 7000 kilos están siendo destruidos en el vertedero de Casur ya que no llegan a los 20 centimos el kilo, cuando a estas alturas de campaña debería valer entre unos 70. En total pueden haberse destruido unos 100.000 kilos de este producto.
Los agricultores consideran que no funcionan los mecanismos de retirada de producción previstos para este tipo de crisis de precios.
El 24 de diciembre tienen prevista una reunión para decidir otras medidas alternativas a la destrucción de pepino.
Entre las semanas 48-50 se ha observado un incremento de producción que ronda el 15 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, que ha provocado que los precios de esta hortaliza se sitúen por debajo de las medias de los últimos cuatro años años. Según Coexphal, en la campaña 2017/2018 las empresas asociadas vendieron 29.000 toneladas de pepino en las mismas semanas.