Si algo tenemos claro que ocurrirá en 2019 es que nos vamos a hartar de matraca electoral, pero como desconocemos qué hará Pedro Sánchez, sin convocará o no elecciones generales, tenemos que focalizar nuestra atención en las municipales de modo especial, pero también en el devenir del nuevo –cuando se forme- Gobierno andaluz.
En las municipales, por mucho que los partidos mayoritarios no quieran reconocerlo, va a influir la presencia en el panorama político de Vox, como lo hizo Podemos y como lo hizo Ciudadanos. Nosotros ya publicamos un informe detallado en el que establecíamos que la extrapolación de datos entre municipales y autonómicas en Almería era posible, que prácticamente se calcaban los votos, y es verdad que habría que tener en cuenta la participación –que permite establecer los porcentajes de cada cual- pero eso únicamente establece un pequeño margen corrector.
El PP tiene en su contra el desgaste inherente al ejercicio del gobierno en municipios como la capital o Roquetas, o El Ejido, o Adra, o Berja… por citar algunos, y en todos ellos Ciudadanos “ha metido la patita”, y en todos ellos, ahora Vox también se ha dejado notar, y sin lugar a dudas, desde el punto de vista estratégico, es obvio que los de la ultraderecha encontrarán alguien para crear un candidatura y tener presencia en los ayuntamientos.
Esa presencia se puede traslucir de una única manera, y es en gobierno que dejen en la oposición a la izquierda, lo cual es bueno para el PP, que al fin tiene su propia Izquierda Unida. Ahora bien, mal haría el PP en confiarse, en dar por amortizado ese hecho, porque ya vimos que en El Ejido o Roquetas, los de Vox son capaces de mirarles de tú a tú, y aunque eso no vaya a repetirse en las municipales, con que solo lograran la cuarta parte de votos ya les haría suficiente daño.
La pregunta en este caso es si el PP será capaz de reaccionar, de pelear cada voto como si fuera la primera vez, o si se dejarán llevar por la perspectiva de poder contar con los concejales de Vox y los de Ciudadanos. Hay muchos concejales acomodados -como en el PSOE había muchos cargos públicos acomodados- que solo están a lo suyo, y ya se sabe, que camarón que no nada...
La ventaja del PP en la provincia de Almería es la mala situación del PSOE, que no es nueva, es cierto, pero que ahora se ve más perjudicada tras la pérdida del Gobierno andaluz. Las luchas entre pedristas y susanistas se recrudece porque unos culpan a otros de lo ocurrido, y como no ha habido piedad en la elaboración de listas y de ejecutivas provinciales y locales, pues todo sigue muy a flor de piel. Y de esta situación tampoco sale reforzada la unidad de su izquierda, que ya hemos visto que en Almería Podemos no es más que un ente abstracto alejado de la gente y de la acción, y que es IU quien tiene esa fuerza real, por lo que no se puede esperar que juntos logren mucho más que solos (IU puede subir, pero será por si misma, sin aportar nada los morados).
Es por esto que los meses que restan hasta las elecciones municipales, en mayo, serán muy intensos. El PP desde la Junta, debe demostrar no solo que abre las ventanas y levanta las alfombras, sino también que gestiona, porque Almería necesita ver que la parálisis se acaba, y sus alcaldes necesitan encarnar ese nuevo impulso que en general necesita Andalucía.
Pero que no olvide el PP que Ciudadanos está a lo mismo. Ahora que va a formar gobierno autonómico y que tras las municipales también formarán gobiernos locales, buscará exactamente lo mismo que ellos.
Al PSOE en la oposición andaluza le queda que recomponerse.
Van a ser unos meses intensos e interesantes. Y esperamos que cuenten con Noticias de Almería para estar al día de todos ellos.
Feliz 2019 a casi todos.