Vox se acordó de la provincia para hablar de inmigración y de fosas comunes
La provincia de Almería se convirtió en indeseada protagonista de la última sesión plenaria del Parlamento de Andalucía, y lo hizo por boca de parlamentarios de Vox, que la vincularon a la inmigración ilegal y las fosas comunes del franquismo.
Pero el toque almeriense del día comenzó temprano, cuando la presidenta del Parlamento, la almeriense Marta Bosquet (Ciudadanos), llamó al orden en una ocasión al parlamentario almeriense Pablo Venzal (PP), pero eso solo sería una pequeña anécdota, ya que gestos como ese se producen a montones en cada jornada, pero en eso es casi siempre objeto de llamadas de atención el portavoz socialista Mario Jiménez.
El primer momento en que Vox se acordó de Almería fue cuando el parlamentario Alejandro Hernández Valdés, defendía una Proposición No de Ley crítica contra Salvamento Marítimo, y como la indignación crecía entre las filas de las izquierda, se dirigió directamente a los parlamentarios de Adelante Andalucía –en cuyas filas está el almeriense Diego Crespo- diciéndoles “sigan así y verán cuantos votos sacan en Almería”.
El corto argumentario de Vox les llevó a abordar el tema de la inmigración en una pregunta al presidente Juanma Moreno (PP) y luego volver a ello en una moción, que es donde se produjo el incidente relatado, y eso mismo pasó con la memoria histórica, una moción que llegó a pleno a iniciativa del PSOE, que contó con enmiendas de todos los grupos menos el del ultraderecha, pese a lo cual tomó la palabra para llamar “buscadores de huesos” a quienes quieren conocer dónde están sus familiares víctimas de la represión franquista.
El parlamentario de Vox Benito Morillo se acordó de Almería para decir que esos “buscadores de huesos” también lo hicieran “en el desierto de Tabernas” entre otros lugares, como respuesta. El hecho es que desde las filas del PSOE tomó la palabra el parlamentario José Fiscal, para cuestionar que se le permitiera decir ciertas cosas, pero no se quedaron parados dos almerienses, Rodrigo Sánchez Haro, que incluso se levantaba de su sillón, como Noemí Cruz, que también protestaba sentada.