Capital

El periodista Rafael Martos revela lo que hay de ‘Palomares en los papeles secretos de Estados Unidos’

Sábado 06 de abril de 2019
El concejal de Cultura, Carlos Sánchez, presidió la presentación del nuevo libro de investigación del autor, que da nuevas claves y datos contradictorios de un suceso todavía con sombras



Más de medio siglo del accidente y, pese a todo, muchas sombras alrededor de qué pasó después de que cuatro bombas nucleares cayeran a Palomares desde un B-52. Decenas de documentales y páginas escritas que, desde hace unos días, tienen en ‘Palomares en los papeles secretos de Estados Unidos’ una nueva referencia de consulta, puesto que analiza, de manera cronológica, documentos clasificados ‘Top Secret’ por los Estados Unidos sobre el accidente.

El libro fue presentado ayer en el Museo de Arte ‘Espacio 2’, en un acto presidido por el concejal responsable del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, Carlos Sánchez, el periodista José Manuel Bretones y el autor de la publicación, el también periodista Rafael Martos. Una convocatoria que contó con la presencia, entre otros, del presidente de Diputación, Javier Aureliano García, del diputado de Cultura, Antonio Jesús Rodríguez, del diputado Rafael Hernando, de los concejales Manolo Guzmán y Ana Martínez Labella, así como de la edil y candidata de IU a la Alcaldía Amalia Román, o la candidata de Podemos al Congreso Raquel Martínez, periodistas como Antonio Felipe Rubio, o exaltos cargos como el subdelegado del Gobierno Andrés García Lorca, entre otros.

“Como demuestra día a día en su trabajo, Rafael Martos es un apasionado de la actualidad y Palomares vuelve a estar en primer línea por la denuncia de Ecologistas en Acción. El libro "Palomares en los papeles secretos de EEUU" pone más luz en el asunto”, apuntó Carlos Sánchez, con un “concienzudo trabajo de investigación”, recoge la documentación norteamericana que ha sido desclasificada a lo largo de todos estos años sobre el accidente nuclear que se produjo hace más de medio siglo.

El concejal de Cultura valoró que “quizá lo más interesante es la reproducción de mucho de ese material, no solo la mera referencia, por lo que sin duda va a ser un documento de interés para todos los curiosos e investigadores del tema”. Y es que del contraste de documentos originales han saltado algunas novedades informativas, datos contradictorios, e incluso anécdotas que relata.

Por su parte, José Manuel Bretones destacó que “es importante para la cultura y la historia de la provincia que otros periodistas, como el caso que nos ocupa, investiguen, escriban y editen sobre temas como éste. Es imprescindible tener distintas perspectivas ante el mismo hecho, ya que la realdad es un abanico con múltiples varillas y si una se rompe, ya no se pliega bien”. Bretones, que recordó los tiempos en que fueron compañeros de redacción, allá por 1994, apuntó el "marketing" que hay tras el título de la obra, y abundó sobre el valor del secreto y la función del periodista de contarlos.

Rafael Martos ofreció un animado resumen sobre lo que el lector podrá encontrar en ‘Palomares en los papeles secretos de Estados Unidos’. “Es posible ver que los Estados Unidos promocionaban un submarino por su buen trabajo en el rescate de la bomba nuclear que cayó en el mar, cuando en otro documento se reconoce que fue un desastre, o cómo hay descuadre entre la cantidad de tierra que se dice contaminada en unos papeles, y la que se recoge en otros, o cuánto se pagó a los agricultores en la época por sus tierras, los documentos que firmaron dando por descontaminadas sus fincas, el detalle de los costes abonados por los norteamericanos, los nervios producidos por unas mediciones sobre niveles de contaminación excepcionalmente altos, o que volvieran a sobrevolar Almería bombarderos en 1973 sin permiso del Gobierno español”.

Precisamente, sobrevolando sobre la sala del Espacio 2, Rafael Martos mostró su profundo deseo de que, al igual que ocurre con Estados Unidos, “después de más de medio siglo se debería permitir que comenzara a desclasificarse el archivo que el Estado tiene sobre el accidente nuclear. Porque después de tanto tiempo, si quedara radiación sería mínima y sin incidencia para el ser humano, y si la hubiera, pues es necesario saberlo”, concluyó.

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