Un divorcio es un cambio radical en una familia. No solo se afecta la pareja sino todos los miembros del hogar, en especial los hijos. Si son adolescentes, o con edades cercana a la pubertad, su emocionalidad se verá más afectada. Y si han aceptado el divorcio seguramente la aprobación de una nueva pareja no será tan fácil.
¿Qué podemos hacer para determinar cuán afectados están?, ¿será que han superado los cambios con una visión madura? o, por el contrario ¿muestran una careta para contener y disfrazar sus emociones? A veces no pueden expresar sus sentimientos y prefieren callar por miedo, respeto o porque consideran que no tomarán en cuenta sus necesidades.
Tiempo de calidad. Comparte con tus niños y tu nueva pareja en forma progresiva. Planifica salidas donde los pequeños o adolescentes realicen actividades a su gusto. Aprovecha cada momento para ofrecerles experiencias que les ayude a entender la nueva figura en tu vida.
Comunicación. Explica quién es la persona con la que estás saliendo. Sé sincero en todo momento. Es importante que entiendan que, aun cuando tengas una nueva pareja, tus sentimientos hacia ellos no cambian en absoluto.
Demostración de afecto. Continúa expresando tu cariño como siempre. El contacto físico, así como las palabras, son muestras de que los sigues queriendo. No debemos dar por sentado que ellos lo saben.
Estabilidad. Mantén la rutina para que tus hijos se sientan cómodos, tranquilos y seguros. La disciplina y los límites deben continuar para evitar problemas a futuro.
Ambiente relajado. Muestra que estás preparado, física y mentalmente, para atender las necesidades y expectativas de tus hijos. Practica algún deporte para disminuir el estrés y trasmitir serenidad y firmeza.
Discreción. Evita que tus hijos estén presentes en conversaciones sobre tu nueva pareja con amigos o familiares. Procura una relación civilizada con tu expareja al menos delante de tus hijos.
Ayuda profesional. Procura asistencia en grupos que hayan tenido la misma experiencia o con especialistas en el tema. Conversar les permitirá desahogarse y enfrentar con objetividad esta nueva experiencia.
Si observas que tu hijo esconde sus emociones debes estar vigilante ante cualquier conducta de riesgo. Los adolescentes no tienen las herramientas necesarias para enfrentar situaciones adversas. Una nueva pareja en la vida de sus progenitores puede crear sensaciones de miedo, culpa, tristeza o soledad.
Como padres podemos utilizar la tecnología para mantener un monitoreo continuo sin que los hijos se den cuenta. Una herramienta muy útil para conocer cómo se desenvuelven es su teléfono inteligente. En redes sociales y chats con amigos muestran sus emociones y sentimientos.
El mercado ofrece aplicaciones para control parental que son útiles para mantener un seguimiento detallado de los hijos. La app más recomendada por expertos es mSpy. Proporciona múltiples funcionalidades como ubicación con GPS, keylogger, definición de zonas geográficas permitidas, historial de navegación y seguimiento de mensajes de textos, entre otras opciones.
Con mSpy puedes saber con certeza el comportamiento de tus hijos. Ellos exponen sus ideas y dudas con sus amistades. El supervisado no puede detectar la app en el teléfono. El monitoreo se realiza en forma discreta y sencilla desde el panel de control en internet.
Conocer las emociones que enfrentan nuestros hijos nos ayudará a tomar decisiones acordes con su bienestar. Un buen diagnóstico de la situación es la base para actuar en forma inteligente. Gracias a la tecnología disponemos de herramientas que nos proveen seguridad y tranquilidad.